Salida corta por los alrededores de Santiponce, donde puse a prueba los sistemas de seguimiento y anticolisión del dron. Recorrido por la Vía de la Plata entre Santiponce y Guillena, Cañada Real de la Isla en las cercanías de Salteras y Vía Verde de Itálica entre Valencina de la Concepción y Santiponce.
Grabación efectuada con un DJI Mini 3 Pro el 26/04/2023.
Música:
ENGINE by Alex-Productions | https://onsound.eu/
Music promoted by https://www.free-stock-music.com
Creative Commons / Attribution 3.0 Unported License (CC BY 3.0)
Etiquetas: cañada real de las islas, dji mini 3 pro, dron, mtb, santiponce, Vía de la Plata, vía verde de itálica
Grabación de Portalén, en Monte Seixo (Forcarey – Forcarey, Pontevedra), efectuada con un dron DJI Mini 3 Pro el 16/04/2023.
Música:
Enemy by Alex-Productions | https://onsound.eu/
Music promoted by https://www.free-stock-music.com
Creative Commons / Attribution 3.0 Unported License (CC BY 3.0)
Etiquetas: dji mini 3 pro, dron, forcarey, gravel, monte seixo, mtb
Grabación del recorrido en bici efectuado con Fernando y Slava el 16/04/2023 por la pista del parque eólico de Monte Seixo, tomada a vista de dron. Realizada con un dron DJI Mini 3 Pro.
Música: SoundCarousel, de Pixabay
Etiquetas: dji mini 3 pro, dron, forcarey, gravel, monte seixo, mtb
Aprovechando que estoy estos días por Santiponce, y que el día de ayer dio descanso a las lluvias que se esperan frecuentes estos días, salí a rodar un poco por Santiponce. Nada especialmente elaborado, Vía de la Plata, enlace con la estación de servicio de la Venta de Ana Velázquez, y vuelta por la Cañada Real de las Islas, y a Santiponce por la vía verde. Se notaba que había llovido recientemente, porque las ruedas tendían a transformarse en esos dónuts de arcilla, cosa que sucede cuando el terreno de la campiña sevillana ha alcanzado cierto punto de saturación, pero no el suficiente como para que sea un barrizal. El caso es que, volviendo por la cañada real, tuve la oportunidad de contemplar un bellísimo atardecer, con el sol ocultándose entre las nubes que algunas horas más tarde descargarían en la zona, pero que por el momento me estaban concediendo cuartelillo.
La foto está tomada con HDR, para que reflejara de manera más fiel los colores que se podían ver en el atardecer. Llegué a casa cansado, lleno de barro, pero enormemente satisfecho. Espero que os guste.
Etiquetas: atardecer, cañada real de las islas, hdr, mtb, santiponce
El jueves 8 de diciembre, aprovechando el festivo, salí a rodar en una etapa vespertina por las cercanías de Forcarey. Había querido salir a rodar por la mañana, pero el día se había presentado lluvioso, y según la previsión meteorológica la tarde iba a estar mejor que la mañana. Así pues, salí a rodar pasadas las 16:15h, y hasta el momento, la previsión no engañaba. Tenía ganas de ir a las Neveras de Fixó, que recientemente habían sido limpiadas de maleza, y quería ver qué tal se encontraban. Salí a rodar con la Super BH L6000 gravel 2, a la que también había hecho cambios hacía poco: unas pastillas de freno Shimano Ultegra, para intentar mejorar la potencia de frenado, además de restituir las anteriores manetas.
Empecé a rodar subiendo por carretera hasta el desvío de A Ponte, a donde bajé rápidamente. De momento, los frenos parecían comportarse bien, pero sin grandes alardes. Seguí hasta Casanova, y empecé a subir por monte, para pasar por las cercanías de Cachafeiro, pero sin entrar en él. La subida fue ardua, ya que el terreno se encontraba bastante húmedo, pero sin encontrar acumulaciones de barro. No por ello, deja de ser una buena patada en el pecho, con rampas de hasta el 15%. Y ahí fue cuando empezó a llover. Al menos, fue poca cosa, cuestión de unos minutos. Viendo que la cosa no se ponía serie, continué rodando, en vez de dar la vuelta.
Llegué hasta la carretera de Lalín, que crucé, para continuar por asfalto hacia Fixó. Ahí volvió a chispear en algunos momentos, pero nada especialmente molesto. Lo que sí era preocupante es que la tarde no dejaba de estar cubierta, y la luminosidad era algo escasa. Una vez en Fixó, empecé el ascenso hasta las neveras. Con un problema añadido: notaba que el sillín se había desplazado un poco hacia atrás, e iba algo más bajo e incómodo de la cuenta. SIn poder hacer nada, ya que hubiera necesitado una llave fija para poder aflojar la tuerca y ajustar el sillín, no me quedó otra que subir. Los dos kilómetros de subida hasta las neveras se me hicieron pelín largos, pero a la postre se trató de agachar la cabeza, y seguir de frente. Una vez arriba, me encaminé hasta las neveras en sí. El entorno estaba poco más o menos igual, pero la labor de limpieza de las neveras, sobre todo de la segunda, era bien claro.
Aproveché un rato para descansar, y ya de paso tomar unas tomas con el dron de ambas neveras:
Y ahí fue donde empezó a llover de verdad. Nada copioso, pero sí constante. Dejé atrás las neveras, y me dirigió hacia Vilariño. Giré a la derecha por donde se encuentra la señalización para la mámoa que hay entre los generadores. Ese tramo de pista había sido acondicionado recientemente, y me permitió enlazar con la pista de los generadores sin mayor inconveniente. Y una vez en la pista, vi dónde me estaba metiendo.
O no. Estaba en las propias nubes de lluvia, e iba hacia lo peor de la tarde. Pero, la verdad, no me apetecía dar la vuelta. Seguí avanzando hasta dar con un cruce donde había un cazador. Me comentó que por la derecha bajaría directo a Vilariño, mientras que por la izquierda sería algo más largo, y saldría más bien en La Portela de Lamas. Aunque mi idea era ir por la izquierda y explorar una bajada hacia Soutelo, el día no estaba para exploraciones, así que bajé a Vilariño. Y ahí se demostró que los frenos seguían sin estar finos. Con pista mojada y lluvia, la capacidad de frenado se veía bastante disminuida. Aun así, mejor que lo de la vez anterior, pero siguen sin ser completamente confiables.
Según llegué a Vilariño, bajé hasta la carretera. Ahí podía optar por volver por Fixó, pero como ese tramo de carretera tiene mucha subida y bajada, era más rápido seguir a la Madalena, y volver por la carretera de Cachafeiro. Así lo hice. A esas alturas ya había tenido que encender la luz delantera (mi veterana Lupichin). Seguí sin mucho trastorno, aunque sí con bastante agua, hasta Sanguñedo, y desde ahí, continué por la Madalena, pasando junto al circuito, para desembocar en la carretera de Soutelo a Cachafeiro a la altura de Vilar. Desde ahí fue cuestión de volver, prácticamente en suave descenso todo el rato, hasta la Freixeira y Cachafeiro, y por último, enlazar con el Lérez y subir de nuevo a Forcarey. Un par de horas de etapa, donde acabé como una sopa, pero que era exactamente lo que necesitaba.
Datos de la etapa
Etiquetas: cachafeiro, fixó, forcarey, gravel, neveras de fixó