El sábado 22 de marzo he efectuado una etapa ciclista en Santiponce, la primera en Sevilla desde hace ya algún tiempo. Ha sido una etapa bastante convencional, un rato de rodar para hacer algo de piernas. Esta vez no he estado solo, sino he que salido con Miguel. Hemos comenzado a rodar al filo de las 9:30h, saliendo de Santiponce por la carretera de Extremadura. Al poco de salir nos hemos desviado a la izquierda, para ascender hasta la vía verde de Itálica. Desde ahí hemos seguido hasta el puente del arroyo del Judío, para tomar la Cañada Real de las Islas hasta la Ruta del Agua. Ya no hemos abandonado ésta hasta llegar a la estación depuradora de Aljarafesa en La Alondra.
Allí hemos parado un rato, para luego ascender por carretera hasta los depósitos de Aljarafesa. Tras llegar allí, hemos atravesado el olivar hasta llegar a la zona de Heliche. Desde allí hemos bajado de nuevo a la Ruta del Agua, pasando junto a la Fuente de las Alberquillas. No he podido evitar detenerme, ya que en fechas recientes ha sido restaurada, quitando la higuera que la cubría, remozando paredes, facilitando el acceso y -por desgracia- poniendo una reja que impide acceder a la cisterna. Pese a todo, no ha dejado de sorprenderme la cantidad de agua que llevaba, pese a la dura sequía que estamos padeciendo.
Hoy, además, he colocado mi cámara deportiva en el sillín de la bici, con la expresa idea de grabar esta bajada:
Tras esto, hemos vuelto a Santiponce por el mismo camino, finalizando la etapa a las 11:40h.
Datos de la etapa:
Etiquetas: cañada real de las islas, depósito de aljarafesa, mtb, ruta del agua, santiponce, vía verde de itálica
El domingo 6 de marzo realicé una nueva etapa por el entorno de Forcarey. En esta ocasión, se trataba de conocer un poco mejor el recorrido de uno de los ramales del Camino de Santiago que pasan por Forcarey: en concreto, el Camino de la Geira Romana y de los Arrieros. Se trata ésta de una de las variantes de los Caminos de Santiago que vienen desde Portugal. De Braga, para ser exactos. Sigue el trazado de (ahí su nombre) de algunas vías romanas secundarias a las principales de la costa, y por la que sigue el Camino Portugués. Este trazado evita el casco urbano de Forcarey, pasando un poco al oeste del mismo, a diferencia del Camino Miñoto Ribeiro, que tiene un trazado muy similar, y que ha sido en fechas recientes puesto en valor a su paso por Forcarey.
Empecé la etapa pasadas las 9:00h. Salí de Forcarey por el camino de la Chamosa, y seguí por el mismo hasta llegar a Las Casetas. Desde ahí, seguí por carretera en dirección a La Estrada, hasta que me encontré con el Camino de la Geira al incorporarse éste a la carretera, a la altura del desvío de A Mámoa. Seguí por la carretera, hasta que poco después las señales del Camino te mandan a mano izquierda, por un tramo abandonado de la carretera antigua. Allí pude encontrar un monolito que conmemoraba el 150 aniversario de la creación del Partido Judicial de Tierra de Montes, constituido en 1840.
En teoría, tendría que estar emplazado en el punto de encuentro de los términos municipales de Forcarey, La Estrada y Cerdedo, pero luego pude comprobar, Google Earth y cartografía del CNIG mediante, que en realidad se encuentra a 575 metros al oeste de dicho punto. Cosas de querer colocarlo junto a la que entonces era la carretera, supongo. Retomado mi camino, seguí las marcas amarillas, que volvían a confluir con el trazado de la carretera, pero que esta vez te hacían andar por la cuneta a la izquierda de ésta. Por suerte, se encontraba razonablemente limpia de maleza, por lo que era posible circular con la bici. De todas maneras, no supuso mucho problema, porque apenas 500 metros después, las flechas del camino te llevan por una antigua senda, completamente separada de la carretera, y que baja hasta Vilaboa. El camino era mucho más agradable que la carretera, y se notaba que lo habían limpiado de vegetación y hecho poda de los árboles cercanos en fechas recientes.
Ésto, que en principio era bastante bueno, a punto estuvo de causarme un disgusto, ya que entre la hojarasca se encontraban trozos de ramas. Al pasar por encima de uno con la rueda delantera, se levantó, impactó con la rueda trasera e hizo palanca, haciendo que ésta se levantara por el aire, por lo que a punto estuve de salir volando por encima del manillar. Suerte que no rodaba demasiado rápido, y pude controla la bici. Dejada atrás la parte más cerrada del camino, salí a una pista algo más amplia, que se encontraba decorada con una figura de gran tamaño de Pelegrín, el símbolo del Camino Xacobeo que se puso de moda allá por el año santo de 1993.
Tras dejar atrás Vilaboa, el camino sigue por una calzada empedrada entre fincas, señalizada también con marcas blancas y amarillas de sendero PR. Se pasa por debajo de la carretera, para acabar saliendo a La Portela. Allí, al poco de entrar en las casas, se encuentra una curiosa fuente que tiene una taza de aluminio para beber, atado a la fuente con una cadena.
Al salir de La Portela, el PR y el Camino se separan. En mi caso, seguí por las marcas del camino, por carretera para llegar a O Coto y Bouzas, donde dejé el trazado del Camino, con idea de ir volviendo a Forcarey. No pude evitar detenerme en Bouzas, donde encontré, en un prado junto a la carretera, una llamativa y enorme casa en ruinas, con un no menos impresionante hórreo que tenía uno de sus apoyos en el prado, salvando un gran desnivel con la terraza donde estaba el resto del mismo.
Dejé atrás la casa y seguí en ascenso por una pista en dirección a Carballo. Acabé saliendo a una carretera, que tras girar por la ladera de la montaña, abandoné para tomar una nueva pista que ascendía entre eucaliptos hacia la Graña de Cabanelas. La pista acabó desembocando en una carretera, que fue la que me llevó a la Graña. A diferencia de la vez anterior, al llegar a la Graña, giré a la izquierda, para seguir por asfalto hasta Levoso y las cercanías del observatorio astronómico de Forcarey. Volví a salir a Las Casetas, y volví a Forcarey por carretera, a donde llegué a las 10:55h.
Datos de la etapa:
Etiquetas: camino de geira y de los arrieros, forcarey, graña de cabanelas, mtb
El sábado 19 de febrero de 2022 realicé una nueva etapa ciclista por las cercanías de Forcarey. Salí un poco pasadas las 9:00h de Forcarey, descendiendo por carretera hasta el Lérez, y subir de nuevo hasta Cachafeiro. Hacía un frío intenso, la temperatura no llegaba a 1ºC, y con la humedad del río se hacía notar aún más. Pasado Cachafeiro, seguí por carretera camino de Fixó, con la idea de subir a las neveras, a donde llegué en torno a las 10:00h. El frío seguía siendo intenso, y pese a no haber nieve porque el día se encontraba totalmente despejado, sí era posible encontrar abundante escarcha.
Y llegados a este punto, hice estreno de la nueva cámara de mejor calidad (me niego a llamarla 4K, por mucho que digan las especificaciones) que recientemente había incorporado a mi dron. El estreno iba a ser bastante bonito:
Terminada la grabación, continué mi camino, ascendiendo por las pistas del parque eólico de Masgalán, camino de enlazar con el monasterio de Aciveiro. La idea inicial ir hasta La Noveliza, y desde allí bajar al monasterio, pero ya que estaba allí arriba, sentí la llamada del Alto de Candán, y no me pude resistir a subir, pese a que el viento se empezaba a hacer notar, cortando de una manera bastante desagradable. Por fortuna, el terreno pronto se puso a prestarme ayuda, haciéndome entrar en calor con rampas del 15% para subir hasta los algo más de 1000 metros de altitud del monte. Una estupenda manera de quitarte el frío, la verdad.
Llegué al alto al filo de las las 11:00h, y fui recibido con algunas flores de hielo repartidas entre la maleza.
Al llegar al pie del vértice geodésico, observé que en una pequeña hendidura natural alguien había depositado algunas banderas. Desconozco el uso o quien las pudo haber dejado, pero no se encontraban en mal estado ni deterioradas. Muy llamativo. Consideré hacer algunas tomas con el dron en el Alto, pero el viento lo desaconsejaba, así que me limité a contemplar las vistas, sacar algunas fotos, y repartir frenadoles a las cabras montesas. Bueno, esto último no, pero con el frío que hacía, no hubiera sido disparatado.
…y es que, aunque el termómetro indicara 3.6ºC, el viento no concedía tregua, y hacía la que el estar ahí se empezara a hacer desagradable. Satisfactorio, pero desagradable. Terminado el rato de descanso, monté otra vez sobre la bici, y me pise a descender hacia La Noveliza. Una bajada rápida y divertida, con apenas una parada para buscar, de nuevo de manera infructuosa, los restos de la Ermita de San Benito que se encuentran en la zona. En fin. Llegado a la carretera, avancé un poco hacia La Rochela, antes de desviarme a la izquierda, y tomar la pista que lleva al Monasterio, pasando de nuevo sobre el río Lérez, apenas un regato, ya que tiene su nacimiento a los pies -precisamente- de la desaparecida ermita. Continué un rato en suave ascenso, y luego en descenso, para desviarme a la izquierda, camino de Vilaverde, y finalmente el Monasterio. Allí empleé un rato grabando con el dron, antes de emprender de nuevo la marcha.
Dejé atrás el monasterio, volviendo un poco sobre mis pasos, para salir a la carretera de Cachafeiro. Seguí un rato por la pista que va en paralelo a la misma, hasta llegar a la altura de una explotación ganadera, donde tomé la pista que desciende hasta Valiñas. Después, llegué a la carretera que lleva a Loureiro, donde me desvié a la derecha, para pasar junto al Castro de Loureiro, y bajar hasta Pontemaril. Pasé por Espindo, y seguí camino de Cachafeiro, hasta llegar a la pista que, a mano derecha, sale hacia Casanova. Pasé por última vez en el día sobre el Lérez, y subí a Forcarey por carretera, a donde llegué a las 12:35, tras haber recorrido algo más de 33 kilómetros.
Datos de la etapa:
Etiquetas: alto de candán, cachafeiro, castro de loureiro, fixó, forcarey, monasterio de aciveiro, mtb, neveras de fixó
El sábado 12 de febrero realicé una nueva etapa en las cercanías de Forcarey. En este caso, la excusa era realizar una grabación con dron de la capilla en ruinas de San Amaro, cerca de Quintillán. Empecé a rodar sobre las 10:30h; salí de Forcarey por la carretera de la Chamosa, y seguí hasta Las Casetas. Desde allí seguí el recorrido del Camino Miñoto, que se encuentra estupendamente señalizado, y con los caminos bien limpios de maleza. La primera parada la hice en la cascada de Quintillán.
Desde allí continué por carretera hasta la Ermita de San Amaro…
…donde me detuve un rato para rodar un vídeo, con el que he realizado el siguiente montaje:
Tras continuar con la etapa, pasé por Barrio, para tomar la carretera PO-2016. Tras un rato de ascenso, me desvié a la izquierda por una pista forestal que desciende hasta Aldea Grande. Una divertida bajada, especialmente en la parte final. Desde ahí, ya por carretera, emprendí una trabajosa subida, en la que pasé por Pumares, A Igrexa, A Canda, Carballo y Xestás. Una vez pasado este último, y siempre en ascenso, seguí hasta La Graña de Cabanelas, que dejé a mi izquierda, y desde ahí a Cabanelas, para acabar saliendo a la carretera de Forcarey a La Estrada. Para finalizar, volví a Forcarey por carretera, llegando a casa a las 13:00h.
Datos de la etapa:
Etiquetas: cabanelas, dron, eachine e520s, forcarey, mtb, quintillán, san amaro
El sábado 5 de febrero, ya de vuelta en Forcarey, realicé una pequeña pero divertida etapa en el cercano Monte Seixo, una pequeña gran maravilla que tenemos cerca de Forcarey. El punto de partida iba a ser la iglesia de San Miguel de Presqueiras, de donde ya había partido en otra ocasión. Pese a que las semanas anteriores habíamos tenido unos días perfectos, despejados y enormemente agradables, la mañana amaneció con nubes bajas, lo que era especialmente destacado en el caso de Monte Seixo: iba a tener bruma en la cima.
Así pues, cargué la bici en el Toyota y me dirigí a San Miguel, donde dejé aparcado, y comencé la etapa pasadas las 9:30h. Empecé, como es casi siempre en esta bendita tierra, en subida. Tomé una de las pistas de mantenimiento de las antiguas minas de Presqueiras, pero esta vez fui a la derecha, hacia Carballás, a diferencia de la vez anterior que había estado rodando por la zona. Pronto estuve subiendo por pista de monte, hasta llegar a un vado sobre un arroyo, cerrado por una cerca cinegética, que no hay mayor problema para abrir.
Cerrada de nuevo la cerca, se continúa avanzando por los antiguos caminos de la mina. Pese a estar abandonados, conservan la vieja señalización, así que no es extraordinario encontrar caminos señalizados con STOPs, aunque sí bien sorprendente.
En las cercanías de Carballás alcancé la pista que una vez bajé cubierta de nieve. Esta vez tocaba hacia arriba, así que había que tomárselo con paciencia. Era la primera vez que probaba realmente en serio la nueva transmisión 1×9 que monté hace algunas semanas, y tengo que decir que se portó admirablemente, y eso que no me quedó más remedio que echar mano bien pronto de los piñones más altos. Y es que la subida, con rampas que llegaban a superar el 17%, no era cosa para pusilánimes.
Así, tras un rato de subida bastante intensa, salí de la pista, para acabar llegando a la carretera asfaltada. No estaba mal, pero aún quedaba la mitad de la subida hasta la subestación. Había dejado atrás la tierra, pero aún me esperaban rampas del 14%, temperaturas que habían caído a los 5ºC, la bruma y, sobre todo, el viento, que más cerca de la cumbre se dejaba notar.
La subida fue bastante bien. La nueva transmisión se adaptaba suficientemente bien a las distintas rampas de subida, y no notaba problemas de desajuste ni fenómenos extraños. Al llegar arriba, incluso tuve la sorpresa de que el cielo estaba abriendo. Iba a tener, pese a todo, un buen día. Pero con mucho viento. Mi idea original era subir hasta la subestación y desde allí bajar hacia Fontgrande, para tomar el camino de la vieja mina de wolframio. Pero habiendo subido hasta ahí arriba, y teniendo un dron en el camelback, quería hacer y grabar algo más interesante: Portalén…
…Marco do Vento…
…y el Ara Solis de la cumbre.
Así que me encaminé para allá, saqué el mini-dron, y tras pelearme un rato con el viento, pude rodar algo bastante decente:
Por desgracia, el viento era demasiado fuerte, así que descarté grabar el Ara Solis, quedándome sólo con Portalén y el Marco do Vento desde lejos. Me llamaron la atención un par de cosas: la primera, que ya no había ofrenda alguna en Portalén, como había podido ver otras veces. La segunda, una llamativa agrupación de piedras cerca del Ara Solis:
Finalizada la excursión, volví sobre mis huellas hasta llegar a la subestación, y allí tomé la pista que desciende hacia Fontegrande, pero antes de descender me desvié hacia el mirador de la mina. A esas horas tenía ya una vista estupenda del valle del Lérez.
¡¡¡Lo malo es que para volver a la pista iba a tener que subir una pared!!!
De vuelta en el camino principal, bajé hasta Fontegrande. Una bajada bastante rápida y trepidante. Una vez llegué al camino de la mina, dejé atrás la pista, y me dirigí a aquélla. Al llegar a la zona de la mina, donde ya había estado la semana anterior haciendo senderismo, no pude localizar -como aquella vez- la zona donde se supone que está el camino que lleva a las antiguas edificaciones de la mina, ya que se encuentran completamente comidos por la maleza. Además, en esa vertiente de Monte Seixo el viento seguía siendo muy fuerte, por lo que abandoné la idea de volar el dron y obtener una grabación de la zona: en caso de perderlo ahí entre la vegetación no iba a poder recuperarlo sin hacerme antes filetes al intentar pasar por los tojos.
Así pues, retomé el descenso, para llegar a la carretera a la altura de Alfonsín. Una buena bajada, que vale la pena recordar. Desde allí, el resto de la etapa consistió en volver a San Miguel de Presqueiras por carretera, y llegar a donde tenía aparcado el coche. La etapa totalizó casi 26 kilómetros en una hora y tres cuartos de tiempo de pedaleo. Y un vídeo estupendo.
Datos de la etapa:
Etiquetas: carballás, dron, eachine e520s, fontegrande, forcarey, marco do vento, monte seixo, mtb, portalén, san miguel de presqueiras, wolframio