Desde hace algunos meses vengo haciendo uso para mis asuntos particulares de un Mac Mini M4 de Apple. Nunca había sido demasiado aficionado a los equipos Mac (incluso en mi periplo irlandés llegué a usar durante unos días un MacBook Pro que acabé devolviendo a IBM), pero la verdad es que estoy muy satisfecho con este equipo. Tanto es así, que incluso llegué a construir un secreter para poder trabajar con él de manera cómoda. Bueno, y también porque me hace falta un espacio de trabajo adecuado en el salón de casa.
Sí, eso es un teclado IBM Modelo M. El que me conozca sabrá que tengo aprecio por ciertos dinosaurios, y el más acusado de ellos es el que tengo por los teclados mecánicos de IBM. Tengo un par, de hecho. Pero como todo buen dinosaurio, tiene algunos problemas si pretendes hacer uso de ellos en el día a día, y esto se manifiesta claramente cuando lo conectas a un Mac.
Más allá del tema de la incompatibilidad de conectores (recordemos, el Modelo M tiene conexión PS/2, y el Mac Mini sólo tiene conectores USB-C), el problema mayor viene por la incompatibilidad de los mapeos.
Casi nada que ver en las funciones de teclas especiales. Y es que los Mac son un pelín particularcitos. La situación no es tan mala si se pretende hacer uso de un teclado de PC razonablemente moderno. Existe una correspondencia bastante cercana entre teclas, y las más problemáticas, que son las teclas Control, Option y Command se pueden mapear razonablemente bien a las teclas Control, Windows y Alt de la arquitectura PC. Además, el asistente de identificar teclado de Mac funciona bastante bien a la hora de reconocer teclados PC, y permite realizar este mapeo de una manera razonablemente sencilla. Pero el caso del Modelo M es harina de otro costal.
Y es que el venerable teclado IBM Modelo M carece de la tecla Windows, así que una de las opciones de mapeo (Control->Control, Windows->Option, Alt->Command) se pierde directamente, lo que es tremendamente fastidioso a la hora de ejecutar atajos de teclado, funcionalidades específicas de programas, y muchos aspectos del trabajo diario con el teclado. Además, Mac no distingue entre Alt y AltGr, por lo que otras acciones de uso en Windows o Linux también empiezan a resultar complicadas.
Por suerte, es aquí donde entra en acción Karabiner-Elements. Karabiner‑Elements es un personalizador avanzado de teclado para macOS que permite redefinir qué hace cada tecla, crear combinaciones complejas y adaptar teclados externos (PC, ANSI, vintage…) al ecosistema Mac. Soporta las versiones modernas de macOS (incluida Sequoia, Sonoma y Ventura) tanto en Intel como en Apple Silicon, por lo que es válido para su uso en un Mac mini M4.
Karabiner-Elements se basa en tres grandes premisas: facilidad de uso, mediante la capacidad para realizar memapeos sencillos desde una interfaz gráfica; potencia, permitiendo clerar reglas avanzadas predefinidas como cursores tipo “diamond”, atajos estilo Emacs/Vi o prevención de Command‑Q accidental; y flexibilidad total mediante reglas personalizadas en JSON. De hecho, existe hasta un repositorio de recetas que los usuarios de este software comparten para su uso por parte de la comunidad. Y es que, además, se trata de software libre, por lo que no es preciso realizar compra alguna para poder acceder a él. El proyecto está publicado en GitHub, con historial de versiones y decenas de colaboradores, lo que permite auditoría pública del código y del flujo de datos.
Esto es un punto importante, además, en lo que se refiere a la ciberseguridad. Los remapeadores de teclado son sensibles desde el punto de vista de ciberseguridad, porque cualquier programa que vea todas las pulsaciones que se realizan podría comportarse como un keylogger si estuviera mal diseñado o fuera malicioso. En este sentido, Karabiner‑Elements aborda este riesgo mediante una arquitectura de procesos separada: solo un proceso privilegiado (Karabiner‑Core‑Service) captura los eventos del teclado y los reenvía a un dispositivo HID virtual, evitando que otras aplicaciones puedan espiar dichas pulsaciones.
La propia documentación del programa destaca que los eventos se tratan únicamente en este proceso privilegiado y que otros procesos, incluidos los potencialmente maliciosos, no pueden robar las pulsaciones, de modo que escribir contraseñas sigue siendo seguro dentro del modelo de amenaza previsto.
En mi caso concreto, lo tengo resuelto de la siguiente manera:
En primer lugar, hago uso de un adaptador PS/2->USB para tener una conexión de tipo USB en el Modelo M. En segundo lugar, hago uso de un hub USB-C para disponer de conexiones USB convencionales, que pueda conectar a un puerto USB-C, que además permite disponer de conexión HDMI para el monitor, y un puerto Ethernet. No es el caso del Mac, pero cuando uso este mismo hub en mi portátil Thinkpad, funciona también como interfaz de carga. Es algo bastante impresionante, que permite tener todos los periféricos conectados a una sola interfaz USB-C.
Resueltos los aspectos físicos, queda la parte de los mapeos. En mi caso, utilizo tres funcionalidades de Karabiner:
La primera es la de modificaciones simples. Aquí me limito a mapear la tecla Alt (identificada como left_option por Mac) a la tecla Command. Con esto, dado que sigo teniendo la tecla AltGr mapeada como la tecla Option por defecto, tengo ya ambas funcionalidades disponibles.
La segunda es la de modificaciones complejas. Hago uso de ellas para recuperar las funcionalidades de Re Pág y Av Pág (Home y End en inglés), que no funcionaban en Mac. Éstas se mapean a Command Left y Command Right.
La última es relativa a las teclas de función, para permitir que funcionen como controles multimedia junto con la tecla Function.
Con ello, tengo un uso estupendo de mi teclado IBM Modelo M con el Mac Mini M4, sin perder funcionalidades, y permitiéndome seguir trabajando con este estupendo teclado. Que, por cierto, pesa considerablemente más que el propio Mini M4. 
