22 jun 10 Entrenamiento ciclista: mejoras en el rodillo
Escribía hace unos meses acerca de que me había comprado un rodillo para entrenar en casa. El rodillo no está mal, pero el utilizarlo con bicicleta de montaña tiene un pequeño problema: es enormemente ruidoso, ya que está pensado para ser usado con una rueda de cubiertas lisas, y no con una con tacos.
El caso es que llevaba tiempo con ganas de solucionar el problema, pero entre unas cosas y otras lo había ido dejando: al fin y al cabo, el tiempo está siendo bueno, anochece tarde, y se puede ir a rodar al aire libre. En fin, el caso es que me he hartado, y ayer me puse manos a la obra. Compré una cubierta lisa para bicicleta de montaña (26×1.15”) y la cámara correspondiente. Había traído de Córdoba una vieja llanta con buje Shimano Deore XT que tuve que desechar porque tenía una grieta, y había pensado en ponerle una corona nueva y reutilizarla. Sin embargo, esto último no ha sido posible, por el mal estado de la llanta, lo que me ha obligado a comprar una nueva. El resultado es el siguiente:
Nueva rueda y el rodillo
No ha sido el único cambio que he tenido que hacer. La rueda equipada con esta cubierta tiene un diámetro algo inferior a las cubiertas más gruesas (26×1.95”) que suelo utilizar para campo, lo que me ha obligado a ponerle un adaptador al rodillo. Su acople, tras este ajuste, es óptimo. En cuanto al ruido, no hay color. Apenas se escucha un zumbido del rodillo magnético, y no el estruendoso golpeteo de la cubierta con tacos. De hecho, estoy considerando en comprar otra llanta para la rueda delantera equipada con otra cubierta lisa, y comprobar qué tal se rueda con ellas.
Etiquetas: rodillo
21 abr 10 El rodillo
Hace algunas semanas hice algo que debería haber hecho desde que empezó a llover, en este invierno tan insólitamente húmedo que hemos tenido (y que, en realidad, llevaba algunos años con ganas de hacer): comprar un rodillo para hacer entrenamiento de bici bajo cubierto. El modelo elegido fue el Tacx Satori:
Rodillo Tacx Satori
La verdad, la idea que tenía en mente cuando me decidí a comprar el rodillo era algo más tradicional: una pareja de rodillos sobre los que colocar la rueda trasera, y un soporte para la delantera. Pero claro, las ciencias avanzan que es una barbaridad. Este rodillo se basa en el uso de un imán de neodimio, por lo que, más que un rodillo, es un sistema de freno magnético. Cuenta con un regulador de frenado con diez posiciones, que son regulables mediante un mando acoplable al manillar de la bici. Quizás pueda hacerse algo interesante con un servo…
De momento le estoy sacando partido: me estoy marcando sesiones diarias de 30 minutos de machaque con la bici de montaña de Ana, en el altillo. La ubicación no ha sido escogida al azar: como no le he puesto una cubierta lisa a la rueda trasera, el rodillo monta un ruido infernal, que, por otro lado, día a día se reduce. Esto no es ningún misterio, y se explica porque me estoy comiendo a pasos agigantados la goma de la cubierta. En un par de semanas sospecho que ya estará completamente lisa. :S Y esa es la otra consecuencia, claro. Estoy poniendo perdido, a diario, el altillo de goma que suelta la rueda.
Lo que aún no he utilizado es el DVD de motivación que venía con en el paquete: Etapas de subida a los Pirineos correspondientes, si no me equivoco, al Tour de Francia. Prefiero coger el iPod chufla y escuchar a Flogging Molly, Metallica e Iron Maiden. Raro que es uno… 
Medidor de entropía
