Suele decirse que una de las delicias de volver a casa tras pasar una temporada fuera (especialmente si fuera de tu casa vives en un piso de estudiantes) es el poder comer bien. Por bien se entiende cosas ricas, sanas, bien cocinadas, que no sean precongeladas, y alg煤n tipo de delicatessen en forma de dulce.

Yo no puedo decir que coma mal en Sevilla, porque tengo mano para la cocina, y porque suelo llevarme all铆 un voluminoso cargamento de fiambreras con comida de casa. Pero es cierto que como en casa de uno no se come en ninguna parte.

Sin embargo, esto empieza a no ser tan cierto en mi casa. Llego y abro la nevera, y al ir a echarme un vaso de leche, no encuentro leche de vaca, entera, normal de toda la vida. No. Encuentro leche de soja, de almendra, de avellanas y leche desnatada (o aguachirle, como tambi茅n se la conoce). Hago de tripas coraz贸n y, tras echarme un vaso de leche desnatada, abro la alacena en busca de galletas, cereales o magdalenas… y encuentro galletas de arroz, tortas de centeno y galletas de ma铆z. Maldici贸n, 驴qu茅 pasa aqu铆? Abro el otro armarito, con la intenci贸n de hacerme unas tostadas de pan con aceite y az煤car, y encuentro pan de centeno, aceite de soja, de ma铆z, de s茅samo y de girasol, pero el de oliva ha desaparecido. Y con 茅l, el az煤car. Me fijo mejor en la nevera, y los yogures o flanes han pasado a mejor vida. En su lugar, patatas cocidas, apio y lechuga. 驴Qu茅 ha pasado? Y entonces, mientras cierro la nevera, aparece ante m铆, con lo que parece una obscena sonrisa de burla, una programaci贸n semanal de comidas. Cierto, lo hab铆a olvidado: mi padre y mi hermana se han puesto a dieta.

Al menos, tras abrir otro armarito, observo que la miel sigue ah铆, inc贸lume. As铆 que entro al asalto, me hago un bocata de pan de centeno con miel, y tras ventil谩rmelo, subo a mi cuarto y entro a saco en el caj贸n donde guardaba las dosis de gel de glucosa que me sobraron de la marat贸n ciclista y los caramelos de la cabalgata de reyes. Y me pregunto: 驴Y hasta el martes, cuando termine el puente del D铆a de Andaluc铆a, no voy a volver a Sevilla?

2 comentarios en 芦Las delicias de volver a casa

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