msgbartop
¡Pocoyízate, Borja, pocoyízate!
msgbarbottom

10 mar 13 Etapa ciclista: La Canchuela – Fangorn – Bejarano – Las Ermitas – Reventón (03/03/2013)

El domingo 3 de marzo realicé una nueva etapa en Córdoba, con mis colegas del Club Bartocalvos. Fue una etapa que empezó esquinada. A primera hora de la mañana recibía un mensaje de Mané, comentando que aún estaba de empalmada y que no iba a salir a rodar. Bueno, esa clasde cosas pasan de cuando en cuando. Pero el principal problema vino a la hora de empezar a rodar sobre la Fuji, que para la ocasión había llevado a Córdoba. La tarde anterior había reemplazado la cadena, que estaba más que trillada, por una nueva. La había estado probando, y sin problemas. Pero al rodar un poco, camino de casa de Ángel, el punto de partida, ésta empezó a saltar en todos los piñones. El diagnóstico estaba claro: me había cargado la corona de piñones por no reemplazar la cadena a tiempo. No me quedaba más remedio que volver a casa y coger la Ghost. Sólo que, al hacerlo, me cargué el soporte del velocímetro. La mañana, desde luego, estaba empezando de fábula.

Retorné al punto de partida. Allí habíamos quedado Ángel, Kike, Marcos, Jose y yo. Habíamos quedado a las 8:30h con la idea de encontrarnos con Antonio a las 9:15h en la entrada de Medina Azahara, y realizar la subida a La Canchuela. Pues con tanto percance, no pudimos salir hasta las 8:50h. Kike y Jose se habían adelantado, así Ángel y Marcos me llevaron a toda velocidad por el Canal hasta llegar al punto de encuento, si bien dimos un extraño rodeo por el Patriarca Bajo, por aquello de pisar poco asfalto.

Una vez en el punto de encuentro, sacamos por primera vez a la luz las equipaciones del club: nos deshicimos de chaquetillas (o en mi caso, me puse el maillot por encima de ésta), para realizar la primera salida oficial del club con todos los participantes equipado con la equipación. Había costado meses conseguirlo, pero al fin lo habíamos hecho.

Retomamos la marcha a las 9:15h, canal adelante, camino de la Vereda de La Canchuela. Era una incógnita el saber cómo nos íbamos a encontrar la Canchuela, después de las lluvias. Incógnita que quedó pronto resuelta. Los primeros tramos de la subida se encontraban perfectamente aposentados, por lo que pudimos hacer una subida bastante buena. Marcos y Ángel iban en cabeza, y yo no me quedaba haciendo un mal papel. Sin embargo, otro nuevo inconveniente hizo acto de presencia: se me soltaron las bridas del sensor ANT+, lo que me obligó a hacer una parada para remendarlo. El resto de la etapa me daría guerra, aflojándose y moviéndose de sitio cada dos por tres.

Una vez reanudada la marcha, llegamos hasta la primera cancela, y el desvío por el nuevo trazado de la vereda. A partir de ahí la subida se complicó un tanto por la abundante presencia de barro; por suerte barro no arcilloso, por lo que no se quedaba pegado a las ruedas. A partir de ese punto empezamos a encontrarnos con abudantes ciclistas, lo que hizo el rodar algo más entretenido.

Pasamos el Valdío de Pedrajas, y nos dirigimos hacia el Rosal de las Escuelas. Pasamos la segunda cancela, y tras un rodar bastante alegre, decidimos dirigirnos a Trassierra atravesando Bosque de Fangorn. Para ello, dejamos La Canchuela y tomamos la carretera hasta el cruce de Trassierra, en cuya gasolinera hicimos una breve parada de avituallamiento.Eran las 10:50h, y llevábamos ya 22 kms. de etapa.

IMG-20130303-WA0006.jpg

Tras la parada, entramos en Bosque de Fangorn. Contra lo que me esperaba, no se encontraba especialmente embarrado, por lo que las bajadas las pudimos hacer bastante bien. Una vez pasado el puentecillo, intentamos realizar la subida de la piedra; todos sin éxito, salvo Ángel, que lo consiguió al segundo intento, subiendo con la BigHit. Luego de pasar el mirador, iniciamos un divertido descenso hacia el Pinar de Torrehoria. Esta parte del Bosque estaba algo más embarrada, por lo que me tomé el descenso con calma y precaución.

Una vez en el Pinar, tomamos la pista que conduce al Lagar del Caño del Escarabita. Esta parte, como era de esperar, se encontraba plagada de inmensos charcos. Y aunque al principio hicimos por evitarlos, una vez que nos llenamos de barro, empezamos a ser más laxos en esta labor. O en mi caso, directamente pasaba de evitar los charcos y los cruzaba por en medio.

Tras llegar al Caño, tomamos la pista que enlaza con la entrada del Bejarano, esquivando la Fuente del Elefante. En esta parte estábamos ya con las bromas, saltando en charcos para salpicar a los demás, y haciendo pequeños piques. En uno de ellos, Antonio metió le metió el hombro más de la cuenta Ángel, con el resultado de que éste último dio con sus huesos en el suelo. Afortunadamente sin mayores consecuencias.

Pasamos el Bejarano, pletórico de agua, y nos dirigimos a su primer venero, el rebosadero del acueducto romano. Allí fue donde tomamos la foto conmemorativa de la etapa:

IMAG0478.jpg

Tras esto, continuamos en dirección al Jardinito. Esta parte de las Siete Fincas estaba bastante más embarrada, y además, observamos el efecto de los recientes temporales, que se traducían en árboles desarraigados y partidos, que en parte bloqueaban el camino. Realizamos la subida de El Jardinito, con incluso un pique entre Kike y Marcos, que les hizo subir a toda velocidad. Sumamente divertido :mrgreen:

Una vez en las Siete Fincas, optamos por realizar el enlace con las Ermitas a través Los Pajaritos. Dejamos la carretera, y tomamos una pista a mano derecha, que abandonamos, posteriormente, a la altura de un poste de la luz, para tomar un sendero que nos llevó directamente a la carretera de las Ermitas. Sendero que hicimos a toda velocidad, al ir yo en cabeza, Marcos no dejaba de echarme el aliento en la nuca. :mrgreen:

Cuando nos reagrupamos, realizamos el descenso de la vereda de las Ermitas (por mal nombre los chorizos) hasta la entrada de las Ermitas. A esas alturas Jose, que acumulaba un gran desgaste tras algunas semanas sin salir a rodar, empezó a manifestar graves problemas con su freno trasero, lo que hizo que en un momento determinado a punto estuviera de cascar un poste de la luz con la cabeza. Ante esto, por precaución, decidió evitar la bajada por Los Pobres, y realizar un descenso algo más convencional por el Reventón, ante lo que me decidí a acompañarle, por si tuviera algún tipo de problema.

Realizamos con calma la bajada del Reventón, que se encontraba tremendamente concurrida, y nos reagrupamos con nuestros compañeros al la entrada de Los Pobres. Bajamos sin más inconveniente hasta el final de la carretera de Las Ermitas, y allí, en vez de bajar pos asfalto, hicimos el descenso de La Milla. Bueno, al menos lo hicieron Marcos, Ángel, Kike y Antonio. Jose no estaba en condiciones técnicas de hacerlo, y yo tenía cosas mejores que hacer que partirme los dientes. Así que en la bajada me despisté y perdí a los cuatro fenómenos de vista. Jose y yo acabamos saliendo a una pista del Patriarca. Posteriormente, nos encaminamos a la cantera mozárabe, donde nos reencontamos con nuestros amigos, ya que La Milla baja por la cantera.

Por último, salimos del Patriarca bajando por el salto de la meseta, donde Antonio estuvo en un tris de dar con sus huesos en el suelo, y de perder el carnet de padre al rebotar en el sillín. Tras las risas de rigor, enlazamos con la carretera de la Albaida a la altura del chuletero El Rancho Grande, donde hicimos una parada de homenaje.

2013-03-03-rancho_grande

Los datos de la etapa son los siguientes:

  • Distancia: S/D
  • Distancia (según el GPS): 41’48 km.
  • Tiempo de etapa: 3h 28m 14s
  • Tiempo desde el inicio de la etapa: 4h 09m 20s
  • Velocidad media: 11’952 km/h
  • Velocidad máxima: 44’68 km/h
  • Pulsaciones medias: 145 pulsaciones/min
  • Pulsaciones máximas: 184 pulsaciones/min
  • Consumo medio de calorías: S/D
  • Consumo máximo de calorías: S/D
  • Tiempo en zonas de pulsaciones: S/D
  • Consumo total de calorías: 3596 kcal
  • Índice IBP de dificultad: 100B MTB

Y aquí está el enlace al recorrido de la etapa: La Canchuela – Fangorn – Bejarano – Las Ermitas – Reventón

VN:F [1.9.20_1166]
Rating: 0.0/10 (0 votes cast)

Etiquetas: , , , , , , , , , ,

10 mar 13 Etapa ciclista: Dehesa de Abajo – Pinares de Aznalcázar. Homenaje a Javier Rivera (23/02/2013)

El sábado 23 de febrero participé en la marcha que organizó el Club Deportivo Tussam en homenaje a Javier Rivera, uno de los pioneros del ciclismo de montaña en Sevilla, fallecido en 2012. Fue una bonita etapa por la zona de la Dehesa de Abajo, en el preparque de Doñana, y por los pinares de Aznalcázar.

Le etapa partió de la Venta del Cruce de La Puebla del Río. Allí habíamos quedado Miguel, Sergio y yo, para participar, junto con Ricardo y el resto de integrantes del club, en la etapa. Miguel, sin embargo, sufrió un pecance en la maneta de su freno trasero, debilitada de una caída anterior, que hizo que al meter la bici en el coche ésta se partiera. Por ello, pese a asistir al comienzo de la etapa, no pudo participar en ella, ya que no conseguimos realizar ningún apaño que solucionara la papeleta. Así pues, y tras unas palabras en recuerdo del homenajeado, la treintena de personas que componíamos el grupo partimos al filo de las 10:00h. Tomamos la carretera que transcurre entre los campos de arroz y la Dehesa de Abajo. Pasamos la Casa de la Puebla y la laguna, para, justo después, girar a mano derecha y meternos en vereda.

Este inicio de etapa fue en realidad una alteración del plan previsto: las recientes lluvias habían hecho impracticable un tramo previsto del recorrido, por la Cañada de los Pájaros y el Monte Gurugú. Así pues, pasamos junto al Caserío de la Dehesa, e iniciamos un trayecto de suaves subeybaja, por zona algo pedregosa, pero con arbolado. Al poco, gracias a la paliza de la semana anterior, estaba abriendo camino con el grupo de cabeza, de donde ya no saldría en el resto del recorrido.

Tras llegar a las cercanías del arroyo Majalberraque y de la SE-667, giramos por pista a la izquierda, para, a continuación, tomar un sendero estrecho entre pinos; en ascenso, primero, y luego en descenso, con algunos toboganes bastante divertidos. Cruzamos un par de pistas, para, de nuevo, volver a afrontar en sendero entre pinos en ascenso, que nos llevó de nuevo a una pista, donde hicimos una breve parada para agruparnos.

Desde allí, tomamos un nuevo sendero, que comunicaba con una zona a la que llaman el jardín botánico, merced a las abundantes señalizaciones de flora existentes, y que sin lugar a dudas vale la pena visitar. A esas alturas nos habíamos internado ya bastante en los pinares de Aznalcázar, y las recientes lluvias, que nos habían fastidiado el comienzo de la etapa, fueron una gran ventaja en esta parte, ya que habían aposentando las arenas características de la zona, lo que permitía rodar de una manera bastante alegre. Estaba siendo una magnífica etapa.

Tras pasar el Botánico, volvimos a salir a pista. Afrontamos unas rampillas en ascenso, cuya principal dificultad fue que se encontraban completamente enfangadas. Pero tras conseguir salvarlas, volvimos a entrar en una zona de arbolado, previo a nuestro primer cruce con la carretera de Aznalcázar. Nos acercábamos a la Vereda de los Playeros y el camino al Rocío.

Hicimos, a mediodía, una pequeña parada de avituallamiento. Nos encontrábamos cerca de la torre de vigilancia y del cámping. Cruzamos la vereda de los Playeros, y dejamos atrás el Cámping de la Dehesa Nueva. Tras superarlo, giramos a mano derecha, para tomar una senda indicada para ciclistas, que transcurre junto al camino de mantenimiento del gasoducto, que tan nefastos recuerdos por sus trampas de arena traía a mi memoria. Posteriormente giramos a derecha, y volvimos a cruzar el gasoducto, para enlazar por un nuevo sendero entre pinos con la vereda de los Playeros, que se encontraba en un estado excelente.

Tomamos durante unos metros la vereda, para a continuación, girar a mano derecha por la pista que pasa junto al Cortijo de Quema. Ahí nos pusimos a velocidad de crucero, alcanzando picos de 33 km/h por pista arenosa, lo que no está nada mal. Pero la etapa estaba tocando a su fin. Dejamos la pista, tomando un cruce a mano izquierda, para evitar salir a la carretera. En cambio, tomamos una nueva pista, primero, y un nuevo sendero entre pinos, después, que nos habrían de llevar hasta el vado del arroyo Majalberraque, donde se encuentra un puente derruido hace algunos años. Por suerte el Majalberraque no se encontraba muy crecido, lo que propició que le echáramos ganas e intentáramos vadearlo:

IMAG0425.jpg

…aunque sin mucho éxito, por la pared de barro del otro lado, en la mayoría de los casos. Pese a todo, echamos unas buenas risas.

Por último, y tras pasar el arroyo, tomamos la pista que conduce a la vieja casa del guarda de los pinares, en estado de abandono hoy día. Tras realizar el penúltimo ascenso del día, salimos de la dehesa por una gran cancela, que nos llevó hasta la carretera. Pero en vez de salir a ésta, tomamos un senderillo, que tras una postrera subida, y por los onmipresentes pinares, nos permitió salir a las cercanías de la venta del Cruce sin tener que tocar prácticamente el asfalto. Dimos por finalizada la etapa a las 13:25h. Un excelente homenaje a uno de los pioneros del ciclismo de montaña en Sevilla.

Los datos de la etapa son los siguientes:

  • Distancia: S/D
  • Distancia (según el GPS): 35’829 km.
  • Tiempo de etapa: 2h 25m 45s
  • Tiempo desde el inicio de la etapa: 3h 33m 11s
  • Velocidad media: 14’75 km/h
  • Velocidad máxima: 38’55 km/h
  • Pulsaciones medias: S/D
  • Pulsaciones máximas: S/D
  • Consumo medio de calorías: S/D
  • Consumo máximo de calorías: S/D
  • Tiempo en zonas de pulsaciones: S/D
  • Consumo total de calorías: 2958 kcal
  • Índice IBP de dificultad: 60B MTB

Y aquí está el enlace al recorrido de la etapa: Dehesa de Abajo – Pinares de Aznalcázar. Homenaje a Javier Rivera

VN:F [1.9.20_1166]
Rating: 10.0/10 (1 vote cast)

Etiquetas: , , , , ,

10 mar 13 Etapa ciclista: Los Morales – GR48 – Pasada del Pino – Avionetas Express (17/02/2013)

El sábado 17 de febrero, tras un periplo de algunas semanas sin ir por Córdoba, volví a salir a rodar con mis compañeros bartocalvos. Aunque en esta ocasión fue una salida multitudinaria, pues además de algunos integrantes del club (Kike, Mané, Javi Balaguer y yo mismo), salieron también con nosotros algunos conocidos (Chicote, Carbonell, Luis y otros), hasta alcanzar la impresionante cifra de diez personas en la salida. Incluso nos acompañó Birra, la perra de Carbonell.

Empezamos la etapa poco después de las 9:00h. Aunque la idea era no efectuar una etapa excesivamente exigente, empezamos con una buena manera de abrir boca: los Morales. Y como suele pasarme cuando vuelvo de Sevilla, empecé cebándome demasiado en la subida. Abrí fuego con algunas de las primeras rampas, lo que no estaba mal, pero tenieno en cuenta que me había abrigado más de la cuenta (tres capas de ropa térmica de invierno, guantes de neopreno, etc…) pronto empecé a sudar la gota gorda. Y en la primera de las paredes exigentes de Los Morales estaba ya con un calentón digno de mejores circunstancias. Lo malo es que había empezado a marearme. Así que opté por bajar un poco el pistón, recuperar el estado de ánimo, y descolgarme un poco para hacer de enlace con los rezagados, para no reventar a las primeras de cambio.

Por otro lado, teníamos una primera hora límite para subir Los Morales: Marcos y Ángel, en su entrenamiento para la Guzmán, llevaban desde las 8:00h dando pedales, y habíamos establecido un punto de encuentro en el Lagar de la Cruz a las 10:00h. Íbamos con algo de retraso. Así que tras superar la primera de las rampas duras de Los Morales, realizamos el resto de la subida a un ritmo razonablemente ágil. Aun así, no llegamos al Lagar hasta el filo de las 10:30h. A esas alturas, Ángel y Marcos ya habían estado allí, nos habían esperado, y se habían ido para no enfriarse.

Nosotros, por nuestra parte, hicimos una parada para comer algo, y a las 10:45h reanudamos la marcha. Tomamos el GR-48 para bajar a Las Jaras. Pero, a diferencia de lo que solíamos realizar, no abandonamos el GR-48 para entrar en Las Jaras pegando al embalse, sino que lo seguimos estrictamente, cruzando por encima de un puente medio derruido, y bajando por un sendero bastante estrecho por la margen derecha de la carretera. Pasamos junto al enlace con la vereda de Linares, y bajamos hasta la entrada de Las Jaras. Allí tomamos la vereda de la Pasada del Pino. Empezamos a ascender en dirección hacia el club de golf. Aunque la presencia del agua se dejaba notar, no se encontraba tan enfangado como cuando pasamos, en dirección contraria, a finales de diciembre. Así pues, llegamos a las inmediaciones del club de golf. Tuvimos que hacer una pequeña parada, pues Birra se había quedado atrapada entre dos cancelas, y no pudo seguirnos.

Una vez resuelto el incidente, terminamos de realizar el ascenso al club. Coronamos la subida al filo del mediodía, y una vez allí, tomamos la decisión de por donde volver. Aunque a priori se había hablado de realizar un descenso por Los Morales, a la hora de la verdad se decidió hacer una bajada por Avionetas Express. Dicho y hecho, hacia allá que nos encaminamos. Sin embargo, realizar esa bajada no era plato de buen gusto para todo el mundo, por lo que el grupo se partió en dos. La parte mayoritaria bajamos por Avionetas Express, y los más prudentes lo hicieros por Avionetas Normal, con la idea de reintegrarnos en la casa derruida que se encuentra a las espaldas de Santo Domingo.

IMG-20130217-WA0000.jpg

Avionetas Express es una bajada por un cortafuegos brutal y peligrosa, con abundante piedra suelta y bastante traicionera. Y pese a todo, es sumamente divertida, aunque suele propiciar que la gente se pegue unos leñazos fenomenales. Y esta partida no fue una excepción. Carbonell sufrió abundantes percances, lo que, yendo con una rígida no cabe menos que calificar como una proeza, y Chicote sufrió también alguna caída que pudo ser bastante grave. Pero la piña de la jornada, más por aparatosa que por grave, la sufrió Javi Balaguer, que se salió del cortafuegos para acabar deteniéndose contra un pino. Todo ello, por suerte, sin consecuencias relevantes. Por mi parte, y ya habiendo rodado por Avionetas Express con una rígida, me lo tomé con calma con la doble equipada con la Sektor, por lo que no tuve incidentes, aunque realicé a pie más tramos de lo que sería de desear.

Llegamos a la casa derruida a las 12:45h. Nuestros compañeros se reincorporaron, tras haber sufrido también algún leñazo, pocos minutos después, y afrontamos la última parte de nuestra etapa. Vadeamos el arroyo Barrionuevo, y bajamos por la trialera, a toda velocidad, hasta llegar al arroyo Pedroche, primero, y hasta Puente de Hierro, después. Una bajada sin más inconvenientes, salvo el hecho de que al llegar a la fuente de la Palomera varios de los integrantes del grupo quedaron regazados, así que no quedó otra que reencontrarnos en el final de etapa, en el bar Chin, donde nos encontramos con lo más granado del ciclismo de montaña cordobés. Una excelente etapa, con un éxito de asistentes, y un gran final.

Los datos de la etapa son los siguientes:

  • Distancia: S/D
  • Distancia (según el GPS): 26’332 km.
  • Tiempo de etapa: 3h 17m 41s
  • Tiempo desde el inicio de la etapa: 4h 17m 03s
  • Velocidad media: 7’99 km/h
  • Velocidad máxima: 38’24 km/h
  • Pulsaciones medias: 144 pulsaciones/min
  • Pulsaciones máximas: 185 pulsaciones/min
  • Consumo medio de calorías: S/D
  • Consumo máximo de calorías: S/D
  • Tiempo en zonas de pulsaciones: S/D
  • Consumo total de calorías: 3662 kcal
  • Índice IBP de dificultad: 83B MTB

Y aquí está el enlace al recorrido de la etapa: Los Morales – GR48 – Pasada del Pino – Avionetas Express

VN:F [1.9.20_1166]
Rating: 0.0/10 (0 votes cast)

Etiquetas: , , , , , , , , ,

09 mar 13 Etapa ciclista: Guillenazo Express (10/02/2013)

El domingo 10 de febrero, para complementar la interesante etapa de la jornada anterior, salí a rodar con mi amigo Sergio, con el objeto de que hiciera su primer Guillenazo. Y es que Sergio, pese a la experiencia que acumula en etapas, aún no había realizado una de las etapas emblemáticas de los alrededores de Sevilla. Así que nos dispusimos a solucionar esta mancha en su expediente.

Salimos de Guillena a las 9:15h, con abundante acompañamiento ciclista. Y es que resulta increíble ver cómo se ha popularizado esta zona de un tiempo a esta parte. Por tanto, no nos quedó más remedio que empezar fuertes, e irnos abriendo hueco en el pelotón de gente que había decidido empezar a la misma hora que nosotros. Muchedumbre que duró poco tiempo, pues al llegar a la entrada del tramo restringido ya nos habíamos quedado solos. Y es que casi todo el mundo sube a La Cantina por ahí, siendo pocos los que afrontamos la subida al Cordel de la Cruz de la Mujer, y la divertidísima bajada de la Cuesta de La Lenteja.

Subimos a un ritmo más tranquilo, decididos a no reventar, ya que la feria era aún muy larga. Aun así, hicimos un buen tiempo, y para las 10:00h ya habíamos llegado a La Cantina, donde aún no había muestra de aglomeración. Iba a ser un buen día. Paramos poco tiempo, decididos a hacer una pausa después de salvar la Cuesta del Toro. Así que bajamos al embalse, cruzamos al otro lado del río, y con paciencia, afrontamos la subida del Toro. Quizás psicológicamente menos dura que la de la Lenteja, por aquello de que no ves sus horrorosas curvas estilo Alpe d’Huez, pero que también te destroza a conciencia con rampas sostenidas del 19%. Una buena manera de entrar en calor, sin lugar a dudas.

Coronamos la subida de la Cuesta del Toro a las 10:30h, e hicimos una breve parada, donde dimos cuenta de barritas de cereales, y comentamos lo que aún quedaba: un tramo de subida más sostenida y de bajada hasta el pantano, la brutal subida de éste a Castilblanco, con rampas cercanas al 25%, Castilblanco, y el descenso por la Trialera. Unos 30 kilómetros de etapa.

Reanudamos la marcha, y pasamos junto a la finca de toros bravos que da nombre al lugar. Allí salimos a la pista que comunica Castilblanco con los Lagos del Serrano, y giramos a la derecha. Y seguimos avanzando, coronamos la segunda subida de la jornada, y tras pasar el punto de no retorno (“a partir de aquí es más fácil seguir de frente que darse la vuelta”), y bajamos a toda velocidad hasta el embalse de Castilblanco.

Bajar a toda velocidad a un embalse suele implicar que te has metido en el fondo de un valle, y que te toca salir de él. Y salir del embalse de Castilblanco es arduo, lo mires por donde lo mires. Pero hacerlo en dirección a Castilblanco es psicológicamente duro, pues mientras desciendes no dejas de ver al otro lado la pista horrorosa por donde tienes que ascender, y que te recibe con una patada en el pecho en forma de rampas de hasta el 25% de pendiente. Por lo que no te queda otra que tomarlo con calma, poner un ritmo cómodo, y procurar no echar los pulmones. La subida, eso sí, tiene un par de pequeños respiraderos, que te permiten recuperar el resuello en los 7 kilómetros que dura la subida.

Llegamos a la cota máxima de la jornada (316 m.) a las 11:15h. Ahí nos empezamos a encontrar con algo más de gente. Realizamos una breve parada, pues íbamos a volver a Guillena por la vía rápida, y íbamos a evitar entrar en Castilblanco, rodeando el pueblo por el suroeste, y saliendo directamente a la carretera de Burguillos. Reemprendimos la marcha 5 minutos después, y como habíamos previsto, esquivamos Castilblanco, y pronto iniciamos un rápido descenso por carretera camino de la trialera. Ésta se encontraba bastante más seca que en etapas precedentes, y la arena empezaba a hacer acto de presencia. Realizamos un rápido descenso que pronto nos llevó al polígono industrial de El Cerro, y entrábamos en Castilblanco al filo de las 12:30h, dando la etapa por finalizada.

Los datos de la etapa son los siguientes:

  • Distancia: S/D
  • Distancia (según el GPS): 45’79 km.
  • Tiempo de etapa: 2h 55m 20s
  • Tiempo desde el inicio de la etapa: 3h 17m 38s
  • Velocidad media: 15’67 km/h
  • Velocidad máxima: 52,56 km/h
  • Pulsaciones medias: 142 pulsaciones/min
  • Pulsaciones máximas: 180 pulsaciones/min
  • Consumo medio de calorías: S/D
  • Consumo máximo de calorías: S/D
  • Tiempo en zonas de pulsaciones: S/D
  • Consumo total de calorías: 2763 kcal
  • Índice IBP de dificultad: 66B MTB

Y aquí está el enlace al recorrido de la etapa: Guillenazo Express

VN:F [1.9.20_1166]
Rating: 0.0/10 (0 votes cast)

Etiquetas: , , , , , ,

09 mar 13 Etapa ciclista: Ferrocarril del Cala: La Minilla – Puente del Burro (09/02/2013)

El sábado 9 de febrero realicé una agradable etapa ciclista por vía verde acompañado de Ana y de mi amigo Javi Morales, que poco a poco va dando pasos en el mundo del ciclismo. Hacía tiempo que Javi me había comentado de volver a salir a rodar un poco, y ese fin de semana me pareció una ocasión ideal. Además, llevaba tiempo con ganas de hacer una etapa de exploración por una zona de la que tenía buenas referencias: el tramo de ferrocarril minero convertido en vía verde que se extiende aguas arriba del embalse de La Minilla. Este ferrocarril no es otro que el ferrocarril del Cala, que permitía transportar a San Juan de Aznalfarache los productos extraídos de las minas de Santa Olalla del Cala, por un lado, y del Castillo de las Guardas y Nerva, por otro. Es un trazado que, un poco aguas abajo, conozco más al detalle, ya que he realizado parte de él en torno a los pantanos de Gérgal y Guillena, y explorado parte entre Santiponce y Guillena.

Así pues, Ana, Javi y yo montamos las bicis en el transportín del Peugeot, y nos dirigimos hasta la cabecera del embalse de La Minilla para empezar nuestra jornada. Yo salí con mi Fuji, Ana con su SanGround, y Javi se equipó con la vieja Conor con la que Jose Jaquotot me obsequió hace ya tanto tiempo, y que utilizo para hacer rodillo y para desplazarme ocasionalmente por Sevilla. Carne de perro. Y con los frenos cristalizados.

Empezamos a rodar a las 10:45h. Salimos de la vieja estación de La Minilla, que se encuentra completamente restaurada, pero sin ninguna clase de uso. Empezamos a rodar en dirección norte por una excelentemente restaurada plataforma, sin restos de balasto, traviesas o desechos ferroviarios, con abundantes cercas de madera que previenen caídas por la trinchera, y en una zona de gran belleza paisajística: junto al pantano, en una zona de auténtico bosque mediterráneo, y con una climatología excelente, aunque hacía algo de frío, pese a lo avanzado de la mañana.

Rodamos a un ritmo bastante vivo -15-16 km/h-, salvando de cuando en cuando alguna cancela que interrumpía el rodar, y pronto llegamos a una pequeña carretera que comunica el pantano con El Ronquillo. Allí nos encontramos a un grupo de pescadores y gente que disfrutaba del sábado en el campo.

IMAG0411.jpg

Poco después llegamos a una pequeña aldea formada por -literalmente- cinco casas, pero que mostraba signos de tener ocupación, al menos en fin de semana. No en balde nos encontramos varios grupos de paseantes, e incluso unos domingueros que avanzaban en coche por la vía verde, camino de un cercano puesto de barbacoas, emplazado en el lugar de la derruida estación de tren de El Ronquillo. Y así, justo al pasar la estación, llegamos -mucho antes de lo que esperaba- al punto del recorrido que más me interesaba: la bifurcación del ferrocarril. Eran las 11:30h, y apenas llevábamos tres cuartos de hora de pedaleo.

DSC_0571.jpg

Este era el punto mínimo que me había marcado como objetivo para el día. Como he comentado, el ferrocarril del Cala tenía dos ramales. Uno comunicaba con la zona de Santa Olalla del Cala, en la parte más oriental de la provincia de Huelva, y casi ya lindando con Extremadura. Este es el ramal mejor conservado, y era el que nos disponíamos a seguir. El segundo ramal transcurría por las cercanías del Castillo de las Guardas, y llegaba hasta Nerva, y según he podido ver en mis andanzas, se encuentra en un estado bastante más deteriorado. Y en efecto, como pudimos ver, el puente sobre el río se encontraba cortado, haciendo imposible cualquier tentativa de seguirlo. Al menos, desde el lugar en el que nos encontrábamos, y en esa época del año. Pese a todo, resultaba tremendamente fotogénico.

DSC_0577.jpg

Como apenas habíamos entrado en calor, no tuvimos otra que continuar, siempre río arriba, para ver hasta dónde podíamos llegar. Apenas unas decenas de metros después el río describió un cerrado meandro, siempre con la vía transcurriendo en paralelo a él. En el vértice de este ángulo salvamos un puentecillo sobre un arroyo tributario del Cala, que marca el final “oficial” oficial de la vía verde. El ferrocarril, empero, continúa, y aunque se nota que el trazado no está tan cuidado, es perfectamente transitable. Y es a partir de este punto donde las cosas se ponen verdaderamente interesantes. Porque, para empezar, hay una panorámica excelente de la península bordeada por el meandro del río:

IMAG0406.jpg

Pasado el puente, nos adentramos en una zona más agreste, dentro de una finca llamada El Portugués. Allí no tardamos en llegar a un túnel:

DSC_0584.jpg

…que a la salida nos devolvió de nuevo al cauce del río, que poco antes habíamos abandonado.

2013-02-09 11.51.04.jpg

Pero nuestro viaje estaba tocando a su fin. Unos centenares de metros después, recorridos en perfecta línea recta, llegamos hasta el puente del Burro. Este puente permite salvar un desnivel de varias decenas de metros sobre el cauce de un arroyo y, aunque su estructura primordial se encuentra en perfecto estado, la pasarela peatonal o las barandillas no lo están tanto:

2013-02-09 12.03.45.jpg

Así que con una vergonzosa falta de valor, decidimos dar por concluido nuestro avance. Aparte de que ya habíamos alcanzado el mediodía, la hora y cuarto de pedaleo, y quedaba otro tanto de vuelta. Para la vuelta Javi y yo hicimos un cambio de montura, ya que Javi tenía ganas de probar una bici del siglo XXI, y cerciorarse de que valía la pena invertir el dinero en una burra como diox manda.

DSC_0598.jpg

La vuelta transcurrió sin mayores incidentes. La temperatura, merced a lo avanzado del día, era sumamente agradable, y el ambiente invitaba a terminar la jornada con unas cervezas y un buen almuerzo. Regresamos a la estación de La Minilla a un ritmo bastante alegre, por lo que dimos por finalizada la etapa a las 13:00h.

IMAG0413.jpg

Regresamos a Santiponce, y tras hablar con Miguel, éste se vino al pueblo, donde rematamos la jornada con una sesión de carnes a la espada en un cercano rodicio brasileño. Una excelente manera de aprovechar un sábado.

Los datos de la etapa son los siguientes:

  • Distancia: S/D
  • Distancia (según el GPS): 25’659 km.
  • Tiempo de etapa: 2h 15m 16s
  • Tiempo desde el inicio de la etapa: 2h 22m 59s
  • Velocidad media: 11’4 km/h
  • Velocidad máxima: 33’5 km/h
  • Pulsaciones medias: 104 pulsaciones/min
  • Pulsaciones máximas: 140 pulsaciones/min
  • Consumo medio de calorías: S/D
  • Consumo máximo de calorías: S/D
  • Tiempo en zonas de pulsaciones: S/D
  • Consumo total de calorías: 1173 kcal
  • Índice IBP de dificultad: 34B MTB

Y aquí está el enlace al recorrido de la etapa: Ferrocarril del Cala: La Minilla – Puente del Burro

VN:F [1.9.20_1166]
Rating: 0.0/10 (0 votes cast)

Etiquetas: , , , ,