26 jun 06 Estoy acartonado

¡Qué malo es tirarse mes y pico sin moverse durante los exámenes de carrera! Todo el día anclado a la mesa, ahí, echando barriga de manera indecente y perdiendo tono físico.

Lo malo viene después, cuando “vuelves a la vida”. Claro, quedas con los colegas, y quedais para un partidete. “Venga, de fútbol-7″, en el campo de césped artificial. Eso, que ya de por sí es duro, se hace tremendo cuando el partido es justo a continuación de haber hecho, como es mi caso, la mudanza del piso de estudiantes. Vale, que había ascensor, pero que llenar dos coches de trastos no es moco de pavo.

Y claro, llega el partido: todos están igual o peor que tú (aunque hay quien te sorprende por su buen tono físico: diez minutos después de haber empezado el partido aún no ha vomitado en la banda). Así que solventas la hora larga de partido con un vergonzoso trote cochinero por esa superficie que, supongo que para que agarre más (con lo que ello conlleva), se encuentra aderezada con pequeños trozos de caucho. Fíjate, ahí, reciclando neumáticos. Total, que tu equipo gana por 6-5, pero te vas con la sensación de que si no os han marcado 15 goles es porque estamos ya todos demasiado viejos.

Lo divertido del asunto es que, encima, has quedado para el día siguiente para hacer una etapa de senderismo por la sierra, en plan “venga, así vas entrenando para el camino de Santiago, total, son sólo 7-8 kilómetros remontando ríos, viendo puentes romanos y árabes y vadeando arroyos.” Bueno, si fuera tan sólo eso sería asumible. Porque la etapa, a la vuelta a casa, también te da la oportunidad de quitarte todos aquellos pinchos y bolitas pegajosas con las que las plantas difuminan su simiente aprovechando los pringados que pasan por su lado. Los calcetines, directamente al cubo de la basura. Y no agarras la afeitadora y te la pasas por las piernas no por falta de ganas, sino por vergüenza.

Así que claro, cuando llega la tarde, notas que intentar dar uso a tus articulaciones inferiores es un tanto complicado. Vamos, que vas andando por la casa como si fueras un mádelman. Totalmente acartonado. Menos mal que sólo han sido los tres primeros días de vacaciones.

Ya mejorará la cosa. Porque si no… ^_^