Nada, nada, ya estamos aquí de vuelta, tras trece horitas de autobús desde Pontevedra hasta Sevilla. Con muchas cosas que contar (roscas, Pontevedra, el taxista-panadero, la gripe maléfica, la Cofradía de Nª Sª de los 1500 metros lisos, Ponte de Lima y Santa Lucía…). Pero como todo, vayamos paso a paso.