Decíamos ayer que la plegable había sufrido serios daños en el cuadro. Hecho cierto. Pero a grandes males, grandes remedios. Pude encontrar un soldador de aluminio en Dublín que la ha dejado mejor que nueva. ¡Volvemos a dar guerra!
Además de los arreglos en el cuadro, el soldador ha alargado la tija soldando una extensión en aluminio más grueso, de tal manera que ya no es necesaria ninguna pieza adaptadora, y ahora el ajuste es perfecto, sin holguras. La conducción, gracias también a la nueva potencia, es precisa y ágil. Esta bici nunca ha estado mejor.
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