No se puede negar que el pobre Sete, uno de los mejores pilotos de motociclismo de España, está gafado. Para empezar, sufre un gravísimo accidente en la salida del Gran Premio de Cataluña de motociclismo, al tocarse con su compañero de equipo y bloquear éste la maneta del freno delantero de la moto de Sete.
A resultas del accidente, sufre una fractura de clavícula y una conmoción cerebral.
Pero es que encima, cuando le evacuaban en ambulancia al hospital, ésta también sufre un accidente de tráfico. Esta vez chocó contra… un autobús.
¿No será que, como decía Buenafuente, las corrientes telúricas esas de Fríker Jiménez hacen que se caiga?