El pasado día del Corpus salí a dar una vuelta, con la idea de relajarme un poco y que me diera el aire. En principio se me ocurrió acercarme a la fábrica de La Cartuja, dado que había escuchado por la radio que se encontraba tomada por los trabajadores debido a un conflicto laboral, cosa que, en efecto, era así. El caso es que ya que estaba allí, se me ocurrió continuar hasta Las Pajanosas. Bueno, ya allí me dije que podría subir hasta la Venta del Alto, sólo por hacer tiempo. Y en la Venta… bueno, ¿por qué no llegar hasta la provincia de Huelva?
El caso es que, sin comerlo ni beberlo, me planté en las ruinas del castillo templario de Aracena. Y ya que estaba allí, no era una mala opción sacar una fotografía panorámica de la zona:
Tengo que admitir que si no me planté en Portugal fue porque se me iba a hacer de noche a la vuelta. Aunque también eso hubiera tenido su aquel…
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