Hoy es el equinoccio de otoño, por lo que hoy ha sido el últomo día de verano. Bueno, o a lo que en Irlanda llaman verano. Y lo que esta mañana me encontré cuando saqué a pasear a Ulises fue la plasmación perfecta de ese cambio de estación:
Una mañana soleada, con un precioso amanecer, pero con niebla sobre el lago que hay junto a casa, así como una revigorizante temperatura de 7ºC.
Hasta ahora los días han sido más largos en Irlanda que en España, con el cénit de las 17 horas y media desde la salida a la puesta de sol en el solsticio de verano. A partir de ahora, los días van a decrecer rápidamente. Nos dirigimos de manera inexorable a las largas noches de invierno.
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