Este pasado sábado decidí regalarnos a Ana y a mí un pequeño capricho, que, de buenas a primeras, se ha transformado en un elemento de primera necesidad, dado el trabajo de Ana, que la obliga a ir por los pueblos de esta España nuestra (más concretamente, de esta Sevilla en la que vivimos, pero en fin, la frase quedaba un poco extraña expresada de esta manera). Digo lo de capricho porque, afortunadamente, uno tiene un sentido de la orientación bastante bueno. No en balde son muchos años leyendo mapas y recorriendo sitios por el mero placer de hacerlo. Pero Ana, por desgracia, no tiene esa facilidad. Así que la compra de un GPS se iba haciendo poco menos que imprescindible, a riesgo de tener a la pobre Ana dando vueltas por quién sabe dónde.
El modelo elegido fue el nuevo Tomtom One v4 Iberia.
En cuanto al GPS en sí, no lo veo mal. Es bastante intuitivo de manejo, la pantalla se lee muy bien desde casi cualquier ángulo, tiene 1 GB de capacidad de almacenamiento, y encima el soporte para el parabrisas del coche es compacto y funcional, lo que permite retirarlo y guardarlo con el propio GPS, sin obligarte a dejarlo en la guantera del coche. Y encima, funciona aceptablemente bien con linux, ya que puede montarse como una unidad adicional.
En cuanto a mapas, el GPS viene con los mapas de España, Portugal y Andorra. Tiene la capacidad (aunque creo que es con un accesorio) de hacer uso de las señales RDS de información de estado de tráfico para calcular recorridos en función del nivel de tráfico de las carreteras. Por otro lado, ya le he detectado algunos problemas en la cartografía, como enlaces de calles a carreteras inexistentes y cosas por el estilo. Esto, hasta cierto punto, es disculpable. En primer lugar porque parece ser un error común en otros sistemas de cartografía (como Google Maps, por ejemplo). Y en segundo porque tiene un sistema de corrección de errores en mapas, con lo que, una vez visto el fallo, puedes solventarlo.
Espero que le saquemos partido al invento. Ya estoy, dicho sea de paso, dándole vueltas a ver cómo se lo puedo acoplar a la bici.
[...] ya algún tiempo me compré un navegador TomTom One para el coche. Fue más bien un regalo para Ana, ya que por aquel entonces tenía la necesidad [...]