Y seguimos, aún más al norte. Esta vez es (al menos eso creo yo) considerablemente más fácil:
En realidad, sólo he estado de paso. Ahora mismo estoy en un sitio que (al menos) dos buenos amigos conocen bien. Y seguimos, con cada parada, algo más al norte de la anterior:
Es este un lugar donde el amor se deja sentir en cada recóndito rincón. Lugar que aprovecho para recomendar.
Etiquetas: vacaciones
Esto esta superdivertido,además de parecer un concurso,aprendes una barbaridad.
Ahí van las respuestas:
La primera es el sapo sobre la calavera de la fachada de la Universidad de Salamanca.
La segunda es el Castillo del Buen Amor(que has dado una pistilla),en la Ruta de la Plata
Qué cultura de “Pais en la mochila” estás haciendo!
Enhorabuena por tus cronicas!
[...] hoy martes la recta final del viaje. En esta ocasión hemos roto la tendencia de ir siempre al norte, para variar dramáticamente de [...]
Espero que os haya gustado el castillo, es una oportunidad de dormir en un castillo de verdad y que te traten como a una princesa…
Visteis el laberinto y el lago? Y el fantasma?
Jajaja, gracias por tus comentarios, violet, pero la verdad es que de crónicas poco. Lamentablemente (o por suerte, si lo pensamos bien), no estoy teniendo tiempo para escribir gran cosa. Espero que al menos las fotografías sean razonablemente discriptivas.
Estuvimos en el laberinto, Carmen, ya lo creo que sí. Y como no podía ser menos, no faltaron las referencias a “El Resplandor”. Mmm… del lago no nos dijeron nada, y la única agua cercana que vimos desde las almenas fue la piscina. ^_^
El castillo, sin dudarlo, una auténtica virguería: vaya preciosidad de salones, de patio, de sótanos. Nos ha encantado. Y la habitación, sencillamente increíble. Estábamos en una de las torres, la que está frente a la piscina, que tiene balcón propio.
Del fantasma no tuvimos noticias, dicho sea de paso…
[...] Sin detenernos, seguimos avanzando, siempre hacia el norte, por la N-630. Pasaríamos junto al Castillo del Buen Amor, la prisión de Topas, y, no mucho tiempo después, llegamos a la única parada de la jornada: El [...]