Tras nuestra estancia en el Peloponeso, continuamos nuestro viaje por la Grecia continental. La siguiente parada destacada fue el conocido como Ombligo del Mundo, esto es, el Santuario de Delfos. Y lo primero que vimos de él fue el Tholos de Atenea, templo de tipo circular que formaba parte del santuario de Atenea Pronea. Y que es una de las imágenes más conocidas de Delfos: