Hace ya algunos meses hablaba sobre el sorprendente color que por decisión municipal tienen los carriles-bici de la ciudad de Sevilla: verdes. Y hacía un vaticinio: que tendrían que repintar los carriles-bici ya existentes.
Tengo que decir que lo decía medio en serio, medio en broma. Nadie en su sano juicio (pero claro, suponer que los políticos tienen sano juicio es mucho suponer) tiraría el dinero de todos los contribuyentes de una manera tan estúpida. Pensé, inocente de mí, que se limitarían a esperar varios años para emprender labores de rehabilitación de carriles en mal estado para repintarlos de verde.
Pues no. Desde ayer por la mañana están repintando todos los carriles bici que recorro desde mi domicilio hasta mi trabajo que eran de color rojo. Y así, a ojo, son cuatro kilómetros largos de carril bici. Ea, a tirar el dinero. Pero claro, si de todas maneras ya te encuentras al borde de la bancarrota, total, un poco más no se va a notar.
Desde este punto de vista es completamente lógico…