Hace algunos años, la edición digital de El País, uno de los referentes de la información en la red en nuestro país, cerró sus contenidos al público engeneral, y pasó a ofrecerlos sólo por suscripción y pago. La edición digital de El Mundo recorrió otro camino: dejó abiertos la mayor parte de los contenidos, pero reservando determinados artículos y versiones más completas de los ofrecidos a sus clientes de pago.
¿Cuál fue el resultado de ambas estrategias? El Mundo pasaba a convertirse en el diario en español con más difusión en internet, mientras que El País desaparecía de escena. En el día de ayer, El País daba marcha atrás, y adoptaba la misma estrategia que El Mundo.
No muchos días atrás José Cervera comentaba algo similar, con la BBC y el New York Times: Los medios están en una encrucijada. Pueden enrocarse, como The New York Times y otros medios de pago han hecho y están haciendo en todo el mundo, con lo cual se aseguran unos ingresos a corto plazo pero corren a la larga el riesgo de la irrelevancia completa (…) o pueden seguir el ejemplo de la BBC y abrirse, poniendo en valor sus activos más valiosos (su información), facilitando que sus noticias y con ellas su influencia se extiendan por todo el mundo.
Él no apostaba por el modelo del New York Times. Yo tampoco. Y por lo que se ve, El País, y eso que era su modelo, tampoco. Más les vale.