28 feb 07 Listado de material para el Camino de Santiago

Bicicleta:

Equipaje:

• Dos mudas de ropa ciclista de invierno: Dos mudas son, en general, suficientes para cualquier longitud que se vaya a recorrer del camino. Se van alternando en su uso y lavado. Una de ellas, en caso de que no dé tiempo a su secado en los albergues, se puede llevar aireando en la bici (o en la mochila, si se va andando) sujeta con imperdibles. Esto último no será muy aplicable por las fechas, así que habrá algo nuevo que experimentar.
• Gafas: Material ciclista básico. Evitan problemas de entrada de objetos extraños en los ojos.
• Casco: Nunca salgas a dar pedales sin él.
• Guantes de invierno: Normalmente para la primera semana de abril en Córdoba ya he desechado los guantes de invierno en favor de los de verano, pero en las montañas lucenses, a 1300 metros de altitud aún puede hacer “un poco” de frío, por lo que más vale no perder los dedos por congelación.
• Pantalones: Para vestir de persona una vez haya terminado la etapa. Unos vaqueros van que arden.
• 2 camisas o camisetas: O una de cada. Lo mismo que los pantalones.
• Dos mudas de ropa interior: Lo mismo de la ropa ciclista: una para el día, que se lava al llegar al albergue. En el caso de hacer en Camino en bici, es recomendable evitar los calzoncillos de tipo slip en favor de los bóxer, para evitar rozamiento de las costuras.
• Cuatro pares de calcetines: Si bien parece lo contrario, no se sale de la norma general de sólo dos pares de prendas de vestir. Es recomendable usar calcetines dobles para evitar el rozamiento de las botas y de los calcetines contra los pies. El par pegado a la piel es mejor llevarlo del revés para prevenir el rozamiento de las costuras.
• Impermeable: Pese a que la ropa ciclista de invierno suele ser de tejidos transpirables, que dejan salir el vapor de agua y evitan la entrada de agua, a la larga, si la lluvia es intensa, suelen carlarse. Un impermeable puede evitarnos un buen resfriado.
• Braga: Prenda de abrigro para proteger el cuello y la parte inferior del rostro del frío. Muy recomendable.
• Pijama de invierno: En los albergues hace frío por la noche aún en verano, por lo que recién entrada la primavera (en torno al 21 de marzo) con más razón. Si el pijama es de tipo polar, puede usarse como chándal en el albergue y evitar echar más peso en el equipaje.
• Forro polar: O sudadera, para protegerse del frío una vez que hayamos terminado la etapa. Puede omitirse si usamos la parte superior del pijama y éste es de tipo polar.
• Botas: Lo mejor para hacer el camino. Te permiten echar el pie a tierra cuando sea necesario y en ese caso protegen los tobillos de las irregularidades del terreno. Mejor aún si son impermeables. También
  evitan el inconveniente de tener que echar otro calzado (para cuando no estés con la bici) si llevas pedales automáticos.
• Zapatillas chanclas de goma: Para permitir al pie descansar después de todo un día dentro de las botas, y -especialmente- para ser usadas en las duchas, a fin de evitar infecciones por hongos.
• Saco de dormir: En los albergues hay mantas, pero por razones obvias, no hay sábanas, así que el saco se hace imprescindible.
• Aislante: En el Camino Francés no es raro que los albergues estén saturados, por lo que a veces se hace necesario dormir en el suelo, bien en el propio albergue o en polideportivos u otras instalaciones de emergencia dispuestas por los ayuntamientos. Aunque suele haber colchonetas de goma, sus condiciones de salubridad -de nuevo por razones obvias- no son todo lo buenas que cabría desear, y a veces también se acaban.
• Funda de almohada: Al igual que con los colchones y las colchonetas, las almohadas podrían estar en mejores condiciones. Una funda de almohada no pesa, no ocupa espacio, y permite una mejor higiene.
• Toalla de nadador: No es recomendable llevar una toalla de las de casa al Camino: pesan mucho, ocupan más, y acaban oliendo fatal. Son mucho mejores las toallas de nadador, o bien unas toallas especiales con un tejido parecido al de las bayetas spontex. Ocupan mucho menos, casi no pesan, y se secan rápidamente, por lo que se evita que pillen mal olor. En caso de no encontrarlas, una bayeta spontex da el pego perfectamente.
• Bolsa para documentos: Es mejor tener la documentación a mano (así como el dinero y tarjetas). Si es de tipo impermeable, nos evitará daños en la documentación.
• Bolsas de plástico: Para envolver la ropa y protegerla de la humedad, para las chanclas, la ropa sucia… La pena es que hacen un ruido muy molesto por las mañanas, al recoger, en el albergue.
• Un cabo de cuerda fina: Con uno por grupo es suficiente. El otro problema de la masificación en los albergues es que los tendederos están casi siempre ocupados, y es necesario improvisar. Este problema es especialmente grave en el caso de hacer el Camino en bici, ya que la normativa de los albergues dice que los peregrinos a pie tienen preferencia en los albergues hasta las 20:30h.
• Teléfono móvil + cargador: ¿Qué decir del uso del móvil hoy en día? Mejor tenerlo, y tenerlo cargado, por si en mitad del monte tienes algún incidente.
• Cuaderno de notas + bolígrafo: Para llevar teléfonos de emergencia y contactos, direcciones de restaurantes o de cuerpos de seguridad, o bien para tomar notas en el viaje. El Camino permite reflexionar sobre todo lo divino y lo humano (“quiénes somos, de dónde venimos, a dónde vamos, por qué puñetas voy ahí en bici…”), y más vale tener papel y lápiz cerca.
• Cámara de fotos: El Camino es precioso, especialmente si lo haces con amigos. Las fotos simpre permiten iniciar esas conversaciones que arrancan indefectiblemente con un “te acuerdas cuando…”.
• Linterna: Se hace necesaria en los albergues, a última hora de la noche, y al despertarse por las mañanas, dado que por educación se evita encender todas las luces del dormitorio, molestando a las personas que salen con un horario diferente. Si se hace el Camino a pie también tiene utilidad si sales muy temprano o llegas muy tarde.
• Almohilla cervical de viaje: Indicada para hacer un poco menos desagradable una travesía en autobús, especialmente si el viaje es nocturno, y para evitar llegar al punto de destino con el cuello hecho trizas durante los amagos de sueño durante el viaje.

Botiquín/bolsa de aseo:

• Cepillo de dientes + pasta de dientes: Higiene básica. Son mejores los de viaje, plegables.
• Champú + gel en botes pequeños: Higiene básica. Para evitar llevar botes muy grandes, se puede trasvasar el gel y el champú a botes vacíos de pasta de dientes con elixir, que son mucho más pequeños. Uno de estos botes da para una semana, aproximadamente. O si no, los de cortesía de los hoteles.
• Desodorante: Higiene básica.
• Maquinilla de afeitar + loción: Mejor no llegar como un ogro a Santiago, no vaya a ser que crean por allí que han vuelto los suevos.
• ¼ pastilla de jabón Lagarto: Para lavar la ropa. Si no se es demasiado tiquismiquis, permite evitar llevar el gel.
• Imperdibles: Para colgar la ropa en los tendederos de los albergues, o en la bici o mochila si al iniciar la marcha no se ha secado.
• Tapones para los oídos: Los ronquidos de los albergues deberían ser considerados armas de destrucción masiva y ser prohibidos por la Convención de Ginebra.
• Antihistamínico: Ambiente diferente, fauna diferente, flora diferente… Nunca se sabe cuándo puede surgir una reacción alérgica.
• Antigripales: Frío, viento, lluvia… No necesito decir más.
• Tijeras de las uñas: Tijeras pequeñas en general. Tanto para la higiene personal como para usarlas para el botiquín.
• Esparadrapo: Es más habitual tener que vendar una zona si vas a pie, pero las inflamaciones y ampollas no son del todo descartables.
• Vendas de algodón: Lo mismo que lo anterior.
• Alcohol de romero: Puede ser usado para desinfectar (aunque hay que echarle valor, por experiencia), pero su principal labor es la de relajante muscular. Unas friegas al terminar la etapa permiten al día siguiente estar como nuevo.
• Algodón: Botiquín básico.
• Aguja e hilo: En bicicleta es raro, pero andando las ampollas son casi inevitables. Aguja para pinchar la ampolla, e hilo para que no se cierre y vaya drenando.
• Betadine: Desinfectante de uso general. Hay botes pequeños que son los más recomendables.
• Pomada para las rozaduras: Son más comunes al hacer el Camino andando, bien por las botas o, generalmente, por una mala postura de la mochila. En bici tampoco es raro que surjan, especialmente en la zona inguinal, si no se lleva ropa adecuada.
• Repelente de insectos: No creo que en marzo-abril haya muchos, pero más vale prevenir, con todo el rollo del cambio climático.
• Rollo de papel higiénico: Se suele acabar en los albergues. Además, vendrán bien en las tareas de engrasado de la bici.

Documentación

• Credencial de peregrino: Imprescindible. Sin una crendencial debidamente sellada no se puede hacer uso de los albergues. Se obtiene, previa donación, en los propios albergues, aunque es mejor hacerse con una antes de empezar el Camino. En las asociaciones de amigos del Camino que hay en la mayoría de nuestras capitales puede obtenerse.
• DNI: Más que nada porque no llevarlo encima, con más de 14 años, conlleva multa.
• Carnet de conducir: Una de las posibilidades para llegar al lugar de comienzo del Camino es alquilando una furgoneta. También puede volverse en una. Y si es así, hay que llevar el carnet.
• Documentación médica: Mejor no tener que utilizarla, pero será necesaria si se sufre algún percance.
• Cuaderno de ruta: Aunque el Camino está por lo general bien señalizado en Galicia -en especial el Francés- , es mejor llevar un cuaderno de ruta con el recorrido a seguir
• Carnet joven: Para quien lo tenga, se ahorrará un dinero interesante.
• Tarjeta crédito/débito: No es necesario llevar demasiado dinero en efectivo, ya que a lo largo del Camino abundan bancos y cajeros automáticos.