A la hora de trabajar en desarrollo web, que es a lo que actualmente me dedico, es una auténtica delicia trabajar con Firefox: un nivel de respeto aceptable de los estándares, posibilidad de uso con diversos sistemas operativos, y lo mejor de todo: una enorme cantidad de plugins para facilitar el desarrollo. Los dos más conocidos son Firebug y Web Developer. Ambos son una auténtica bendición para el desarrollador.
Sin embargo, se ha de afrontar un hecho: la inmensa mayoría de los usuarios finales de la aplicación no van a usar Firefox, sino que van a usar Internet Explorer. En un mundo perfecto no habría mayor problema, y las aplicaciones web tendrían que verse por igual en un navegador o en otro. Pero esto no es así: Internet Explorer no cumple la mayoría de los estándares web y tiene una implementación algo peculiar de javascript, por lo que no tiene por qué reconocer un código con el uso de determinadas instrucciones. Esta ridícula situación viene de los tiempos de la Guerra de los Navegadores, que fue ganada por el navegador de Microsoft, y dada su situación de monopolio de facto, la compañía de Redmond no hizo nada por arreglarlo.
Esta situación, además, se veía incrementada por la dramática carencia de aplicaciones que hicieran las cosas más fáciles a los desarrolladores, en las que se pudiera analizar el código con algo más que el ridículo bloc de notas (¿debugado, qué es eso?). Así pues, emprender un desarrollo web para este navegador, algo a lo que obliga el mercado, solía convertirse en algo bastante cercano a una pesadilla, especialmente si basabas el desarrollo en Firefox y sus extensiones.
Por suerte, la competencia de Firefox y de sus extensiones han hecho que en Microsoft se hayan puesto algo las pilas. Hace poco tuve noticias de la existencia de una especie de extensión para Internet Explorer que proporciona una serie de herramientas para facilitar el desarrollo web: Internet Explorer Developer Toolbar. Tiene un cierto parecido con Web Developer, según leo en la web de Microsoft proporciona las siguientes utilidades:
La experiencia de uso de la extensión es buena. Podría ser mejor, y no tiene ni punto de comparación con el magnífico Firebug, pero es un comienzo. Y comparado con lo que había antes, está sumamente bien. Pero es que claro, algo es (infinitamente) mejor que nada.