El miércoles negro

Este pasado miércoles me levantaba, a las seis de la mañana, con la alegría metida en el cuerpo: Ana llegaba desde Galicia, y tenía que ir a recogerla. El caso es que antes de ir a la estación entré a mirar mi correo. Cuál no sería mi sorpresa al recibir un correo de eBay en el que se me informaba que mi sitio web (http://lordtaran.eniac2000.com) contenía una página de eBay falsificada para recabar contraseñas. Al principio pensé que era el propio correo el falsificado, pero al ir a comprobarlo me encontré que era completamente cierto. Y no sólo bajo bajo la página de Taran, sino también en la página principal de mi sitio. Además, las páginas falsificadas habían sido creadas por el usuario root, por lo que estaba claro que el usuario administrador se había visto comprometido. Así que, dado que no tenía tiempo para mayores averiguaciones, y no podía dejar las cosas como estaban, tuve que tirar el servidor. Y hasta hoy.

Sin embargo, el día distaba mucho de estar terminado. Esa noche, cuando regresé a casa del trabajo, quise usar mi portátil. Imposible: de buenas a primeras misteriosos reinicios, continuos cuelgues, tanto en linux como en Windows, ¡hasta incluso en la BIOS!, me habían dejado el equipo completamente inutilizado.

Este fin de semana he estado realizando pruebas y más pruebas. La placa y el micro responden bien a herramientas diagnósticas varias (ah, ese magnífico Hiren’s BootCD), pero la RAM no. Sin embargo, cada vez que hago una prueba distinta salen fallos diferentes. E incluso si le cambio la RAM por la antigua, sigue pasando lo mismo. Ah, sí, y el equipo se congela al ejecutar las pruebas. Creo que me toca equipo nuevo.

Sí, el miércoles pasado tuve el día de los Inocentes por adelantado. Al menos ya tenía junto a mí a Ana, para, por lo menos, poder llorar sobre su hombro.