Eran las 18:51 de la tarde del 23 de junio de 2024, víspera de San Juan, cuando decidí que no había mejor forma de terminar el día que perdiéndome por las pistas de Monte Seixo. Con mi fiel Fuji convertida a gravel, una bicicleta que ha demostrado ser la compañera perfecta para este terreno mixto de Galicia, me dispuse a completar una ruta corta pero intensa de unos 16 kilómetros. El sol todavía castigaba un poco, herencia de una jornada donde los termómetros en la cercana estación de Beariz habían alcanzado los 28.4°C, pero a medida que ascendía hacia las cotas más altas de Tabeirós – Terra de Montes, la brisa empezaba a hacer la experiencia mucho más agradable.

El punto de partida fue la subestación eléctrica, un lugar estratégico para adentrarse rápidamente en el corazón de la sierra. Mis primeras pedaladas me llevaron hacia Portalén, un lugar cargado de leyendas y misticismo gallego. Atravesar este entorno, donde las formaciones rocosas parecen portales a otro mundo, siempre impone un respeto especial, especialmente cuando las sombras empiezan a alargarse sobre el terreno granítico. La Fuji respondía con solidez, filtrando las irregularidades del camino mientras ganaba altura de manera constante.

Ascenso por las pistas de Monte Seixo hacia la Sierra de Cando
Portalén en las vísperas del día de San Juan

Tras dejar atrás el área de Portalén, el objetivo principal era el vértice geodésico de la Sierra de Cando. La subida es exigente, acumulando buena parte de los 314 metros de desnivel positivo de la etapa, pero la recompensa visual merece cada gota de sudor. Al alcanzar la cima, me encontré no solo con el hito geográfico, sino también con el refugio de montaña que allí se asienta, un pequeño santuario de piedra que ofrece cobijo a los senderistas y ciclistas que se ven sorprendidos por el cambio de tiempo, algo frecuente en estas latitudes aunque hoy el cielo se mantenía despejado y sin rastro de lluvia (0.0 mm registrados).

Refugio de montaña
Refugio de montaña

Desde la cumbre, las vistas son simplemente espectaculares. Tras un breve descanso para hidratarme y disfrutar del silencio absoluto de la sierra, desandé mis pasos para tomar el desvío hacia el Mirador de las Tres Rías. Este punto es, sin duda, uno de los balcones más impresionantes de la provincia de Pontevedra, permitiendo vislumbrar la costa en los días claros. La luz de la tarde, ya más suave, bañaba el paisaje con tonos dorados, creando un contraste magnífico con el verde intenso de los valles gallegos.

Vistas panorámicas desde las alturas de la sierra en el atardecer
Vistas panorámicas desde las alturas de la sierra en el atardecer

La ruta continuó por la pista de mantenimiento del parque eólico. Pedalear bajo estos gigantes de acero siempre resulta sobrecogedor por su escala. El camino aquí es rápido y permite rodar con fluidez, lo que me ayudó a mantener una velocidad media decente a pesar de las paradas fotográficas. Sin embargo, el paisaje industrial de la sierra escondía una sorpresa impactante que tenía ganas de ver de cerca.

El aerogenerador siniestrado con su estructura dañada por el fuego
El aerogenerador siniestrado

Me desvié unos metros de la ruta principal para visitar un generador que meses atrás había sufrido un fallo catastrófico. Ver la estructura de cerca es impresionante y a la vez desolador: las palas están completamente destrozadas y la góndola presenta las marcas negras del incendio que la consumió. Es un recordatorio de la fuerza de los elementos y de los riesgos técnicos de estas instalaciones en entornos tan expuestos.

Detalle de la góndola dañada
Detalle de la góndola dañada

Finalmente, retomé el camino de vuelta hacia la subestación eléctrica para completar el bucle. Han sido apenas 59 minutos de pedaleo en movimiento, pero la intensidad de los paisajes y lo variado del recorrido —entre lo natural, lo místico y lo industrial— han hecho que esta salida vespertina valga por una jornada completa. La Fuji se ha portado de maravilla en las pistas de grava suelta, confirmando que la conversión fue un acierto total para explorar los tesoros que esconde Monte Seixo.

Datos clave de la etapa:

  • Distancia: 16.05 km
  • Tiempo en movimiento: 0h 59m
  • Ganancia de elevación: 314 m
  • Velocidad media: 16.2 km/h
  • Velocidad máxima: 41.7 km/h
  • Fecha: 23 de junio de 2024
  • Tipo de actividad: Ride

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