Empezar la mañana del 24 de diciembre sobre dos ruedas es, para mí, una de las mejores formas de prepararse para las celebraciones navideñas. Este año, decidí realizar una ruta corta pero intensa por los alrededores de Santiponce, en el corazón de Andalucía. La jornada despertó con un ambiente fresco, marcando unos 8.1°C según la estación de Tomares, lo que me obligó a salir bien abrigado. Sin embargo, el cielo estaba despejado y la ausencia total de precipitaciones (0.0 mm) prometía una mañana de gravel perfecta para exprimir mi fiel Super BH L6000.

Salí de Santiponce poco después de las nueve de la mañana. Mi objetivo era recorrer los caminos que guardan la esencia minera y romana de la zona. Los primeros kilómetros transcurrieron por el antiguo trazado del ferrocarril minero de Cala. Rodar por aquí siempre tiene un toque nostálgico; imaginar los trenes cargados de mineral mientras avanzo sobre la grava con la BH es una experiencia única. A pesar de que la racha de viento máxima alcanzó los 8.6 m/s con una dirección de 06°, en este tramo inicial me sentí protegido por la orografía, manteniendo un ritmo constante de unos 21.5 km/h de media.

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Tras dejar atrás el trazado ferroviario, enlacé con el tramo restaurado de la Vía de la Plata en dirección a Guillena. Este sector es una delicia para cualquier ciclista de gravel, con pistas anchas y un firme que permite rodar rápido. A medida que avanzaba, la temperatura iba subiendo gradualmente, acercándose a los 16.9°C de máxima previstos para el día, lo que hizo que el esfuerzo fuera mucho más llevadero. El sol empezaba a calentar y la visibilidad era excelente, permitiéndome disfrutar del paisaje típico de la campiña sevillana.

Al llegar a la altura de los conocidos corrales de las vacas, decidí desviarme para tomar una pista algo más técnica que pasa por el cortijo local. Es un tramo que me gusta especialmente por su tranquilidad y por la cercanía con la naturaleza. La pista me llevó directamente hacia la fábrica de ladrillos, situada junto a la carretera N-630. Fue un punto de contraste interesante, pasando del silencio del campo al rugido lejano del tráfico de la carretera nacional antes de adentrarme de nuevo en terreno puramente agrícola.

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Desde allí, conecté con la Cañada Real de las Islas. El terreno aquí presentaba algunas ondulaciones, acumulando parte de los 106 metros de desnivel positivo que registró mi GPS de Strava. La Super BH L6000 se comportó de maravilla, absorbiendo las irregularidades del terreno. Finalmente, alcancé la Vía Verde de Itálica justo en el punto donde se cruza el puente sobre el arroyo del Judío. El regreso a Santiponce por la vía verde fue un paseo triunfal, disfrutando de los últimos minutos de pedaleo antes de dar por finalizada esta ruta de casi 21 kilómetros en menos de una hora.

En conclusión, ha sido una salida corta pero sumamente reconfortante. Las condiciones meteorológicas fueron inmejorables para un 24 de diciembre, permitiéndome disfrutar de la velocidad y del entorno histórico de Itálica y sus alrededores sin contratiempos. Ahora, con los deberes hechos y las piernas activas, toca disfrutar de la familia y de la cena de Nochebuena.

Datos clave de la etapa:

  • Distancia: 20.73 km
  • Tiempo en movimiento: 0h 57m
  • Ganancia de elevación: 106 m
  • Velocidad media: 21.5 km/h
  • Velocidad máxima: 42.5 km/h
  • Fecha: 24 de diciembre de 2024
  • Tipo de actividad: Ride

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