Una de las cosas que he hecho estas navidades ha sido traerme la Fuji a Irlanda. Y es que, aunque me encanta mi bici plegable, no es realmente apropiada para hacer etapas de ciclismo de montaña, ya que corres el riego de acabar en un río a poco que te despistes. Así que traerme una de mis bicis a Irlanda era una de mis prioridades.
¿Cuál de ellas? ¿La doble o la rígida? ¿Fuerza bruta o agilidad? ¿Un tanque o un vehículo ligero? ¿Esto?
…¿o esto?
En realidad, la elección estaba clara. Después de algún tiempo en Irlanda, y teniendo en cuenta que es un país bastante plano, y el que la gran mayoría de la afición parece decantarse por el ciclismo de carretera, la mejor opción era traerme la rígida. Y dejar la doble para hacer el ganso en España. Así que esa fue la decisión tomada. Y esta tarde hemos salido Ana, Ulises y yo a estrenar la bici en Dublín.
Ha sido apenas un pequeño paseo, algo para estirar las piernas, aprovechando la magnífica tarde que hemos tenido hoy en Dublín. Pero que ha servido para abrir el apetito, a fin de acometer en breve la subida a Three Rocks, al sur de Dublín. A ver si puede ser el próximo fin de semana.
Etiquetas: canal real, dublín, fuji, mtb
Hola Javi, Ana y Ulises. Disfrutad mucho de Irlanda y las bicis, por aquí os seguimos echando de menos.
¡¡¡Un abrazo!!!
¡Hola Ángel! Muchas gracias por tu comentario. Esa es la idea, sacar partido a las burras y conocer un poco más el entorno.
Por aquí también se os echa de menos. Y ya sabes dónde está tu casa si algún día quieres venir de visita.
Un abrazo.