La semana pasada estuve dando pedales por la zona norte del Aljarafe, después de unas semanas en el dique seco por una lesión de espalda. En la parte final de la etapa pude contemplar la siguiente vista de Sevilla desde el cerro de Santa Brígida, en las cercanías de Camas:
En cuanto a la etapa en sí, fueron 21’11 kms. por los alrededores de Santiponce. Tomé la vía verde de Itálica hasta el cruce con la Cañada Real de las Islas, que abandoné para tomar la cañada de los Infiernos hasta Valencina de la Concepción. Desde ahí bajé por la carretera de Santiponce hasta el cruce con la pista que bordea los cerros que se asoman a Sevilla. Subí al de Santa Brígida, desde donde tomé la foto, antes de volver a casa por la vía verde:
Ver 2011/06/09: Santiponce – Carambolos de Camas en un mapa más grande
Etiquetas: cañada real de las islas, camas, colada de los infiernos, mtb, panorámica, santiponce, sevilla, valencina de la concepción, vía verde de itálica
Esta tarde he proseguido con el entrenamiento en campo. A diferencia de ayer, que estuve haciendo rodillo, esta tarde he salido a rodar por el campo. La etapa ha sido muy parecida a otras anteriores: he tomado la Vía Verde de Itálica, sólo que esta vez he continuado por ella más allá del puente del Judío, para llegar hasta la carretera de Salteras. A continuación he tomado la Cañada Real de las Islas, para abandonarla tras pasar por el cauce -seco ya- del arroyo de Los Molinos, y llegar hasta la N-630. Luego he pasado bajo la autovía, para cruzar una vez más el arroyo -con agua, esta vez-, y tras pasar junto a un cortijo, llegar a la Vía de la Plata. Desde ahí, vuelta a casa. 23’4 kilómetros, según el velocímetro de la bici. Éste es el trazado de la etapa en Google Maps:
Ver 2010/07/13 – Vía Verde de la Campiña – Vía de la Plata en un mapa más grande
La etapa no ha tenido grandes novedades. Soplaba bastante viento del suroeste, lo que hacía muy dificultoso rodar en la primera parte de la etapa. Posteriormente, casi al final, me encontré con un peregrino malagueño, que había empezado hoy el Camino en Sevilla, y que habría sufrido el caluroso día de hoy. Aparte, me comentó, llevaba bastante doloridos los pies. Aún le quedaban, cuando lo dejé, unos 7 kilómetros de angustiosa pista hasta Guillena.
En esta etapa he estrenado un pulsómetro, un Kalenji CW-300. Según éste, he realizado una etapa de 1h 20m 18s, con una media de 141 pulsaciones por minuto, 169 pulsaciones por minuto de máxima, un consumo medio de 1080 kcal/h, con un tope de 1320 kcal/h, y un consumo total de 1379 kcal. Ahora ya tengo una serie de nuevos valores a medir en mis salidas.
Etiquetas: cañada real de las islas, pulsómetro, santiponce, Vía de la Plata, vía verde de itálica
El pasado jueves seguimos con el entrenamiento ciclista. La etapa escogida para esta vez fue realizar el enlace entre Santiponce y Guillena por la vía verde del Aljarafe, primero, y la Cañada Real de las Islas, después.
Si algo se puede decir de la etapa es que estuvo marcada por el agua. Desde la misma salida de Santiponce hizo acto de presencia, en forma de una lluvia que, si bien no era demasiado intensa, sí que resultaba bastante desagradable, ya que estaba acompañada de un intenso viento que hacía que las gotas de agua, gordas como cocos de La Habana, cayeran prácticamente de lado. El viento, asimismo, nos dificultó bastante el primer tramo de la etapa, que nos permite enlazar desde la antigua carretera de Mérida con la vía verde de Itálica.
Una vez en la vía verde ese mismo viento nos ayudó bastante, ya que, en vez de entrarnos de frente, pasó a soplarnos un tanto de cola, más bien de costado, hasta el puente sobre el arroyo del Judío. En este punto tomamos la cañada real de las Islas y, esta vez sí, el viento pasó a soplarnos completamente de cola, lo que nos permitió mantener una velocidad de crucero bastante elevada.
Al poco de cruzar un pequeño arroyo fue donde tomamos las primeras fotos de estas salidas en bici. Había un curioso contraste entre el cielo casi completamente cubierto, algunos claros por los que asomaba el sol, y los tonos ocres y dorados ofrecidos por los trigales ya convertidos en era y aquellos que aún aguardaban el paso de la afilada hoja del segador.
Continuamos por la cañada hasta alcanzar la SE-3409, que rápidamente abandonamos para seguir por la cañada. Cruzamos, poco después, el arroyo de los Molinos por primera vez en el día, y supuso una advertencia de lo que nos íbamos a encontrar. El agua, bastente pestilente, no animaba a meterse en ella. Por suerte, una pasarela de troncos nos permitió cruzar la lámina de agua sin mayores inconvenientes, y continuar nuestro recorrido hasta la venta de Ana Velázquez. Desde allí tomamos la A-460 hasta las cercanías de Guillena, descendiendo a un ritmo bastante elevado.
Abandonamos la carretera en las cercanías de un albergue canino, que más bien parecía un campo de concentración para cánidos, merced a los rollos de alambre que cerraban la alambrada, dignos más bien del Stalag 13. Poco después afrontamos el último tramo de la jornada: la interminable recta del camino de mantenimiento del canal de aguas de Sevilla, que forma parte del trazado de la Vía de la Plata entre Santiponce y Guillena. Un camino en principio aburrido, pero que nos reservaba la última sorpresa de la jornada.
El arroyo de los Molinos, de nuevo, hacía acto de presencia. El puente que permite salvarlo se encontraba completamente anegado, dos meses después de las últimas lluvias. Nos aventuramos a cruzarlo, esperando que la profundidad del agua no fuese demasiado grande, y este fue el resultado:
Nos llegó el agua hasta más allá de las rodillas. Yo pude cruzar con bastante esfuerzo, pero Rafa se quedó clavado en el fango y las ramas del fondo. Nos echamos unas risas, unas fotos, y salimos chapoteando. Y sólo para encontrarnos que el tapón de árboles, ramas y barro habían solidificado justo a continuación del puente, y existía un paso razonablemente franco:
Aunque hay que admitir que si hubiéramos cruzado por ahí no nos habríamos divertido tanto. El resto de la etapa, hasta Santiponce, transcurrió sin mayores incidentes. El recorrido total fue de 24’67 km, y empleamos en recorrerlo algo menos de hora y tres cuartos. El mapa del recorrido es el siguiente:
Ver Santiponce – Cañada de las Islas – Guillena en un mapa más grande
En este mapa aparecen geolocalizadas las fotografías de la etapa, gracias a AndAndo y el móvil de Rafa.
Etiquetas: cañada real de las islas, guillena, santiponce, Vía de la Plata, vía verde de itálica
Como ya había comentado en mi entrada anterior, estoy realizando salidas ciclistas de corto recorrido (aún) par air cogiendo kilómetros de cara al Camino de Santiago de este año, principalmente. Un recorrido que estoy practicando también es el que detallo a continuación:
Ver Itálica – Cañada Real Islas – Camas en un mapa más grande
Este recorrido tiene como punto de partida Itálica. Se toma la vía verde de Itálica hasta (de nuevo) el puente sobre el arroyo del Judío, y se sigue por la Cañada Real de las Islas. A diferencia del recorrido anterior, se toma en dirección Valencina – Salteras, coincidiendo en parte con la Ruta del Agua. Una vez se llega a un cruce, se toma el camino que viene por la izquierda, el cual, tras pasar sobre la vía del tren hacia Huelva, acaba desembocando en la carretera Santiponce – Valencina. Se cruza la carretera, y se sigue por una pista por la que se acaba bordeando los carambolos que se extienden entre Camas y Castilleja de Guzmán. Por último, se desciende hacia el polígono industrial de Camas por una pista en fuerte pendiente, para acabar desembocando, de nuevo, en la Vía Verde de Itálica, justo a las espaldas de la nave de Arance. Y desde ahí, de vuelta a Santiponce.
El recorrido es ligeramente más largo que el de la etapa anterior, 20’1 km. según el programa de trazado de recorridos AndAndo, y es algo más intenso, ya que se tienen que salvar algunos desniveles más acusados. Proporciona, asimismo, muchas más variaciones posibles sobre el recorrido a seguir, lo que permite jugar un poco con el trazado en función de las ganas, el tiempo disponible y el esfuerzo que se desee realizar.
Etiquetas: cañada real de las islas, camas, itálica, santiponce, valencina, vía verde de itálica
Estas última semanas me estoy yendo a rodar por los alrededores de Santiponce, varias veces a lo largo de la semana. Hay varias razones para ello: ponerme en forma, relajarme del trabajo, respirar aire puro, ir acumulando kilómetros de cara al Camino de Santiago… En cuanto al horario, tengo que admitir que es bastante caótico: a veces por la tarde, al salir del trabajo, otras veces por la mañana, algunos días antes de la caída del sol, y otras justo al amanecer, antes de ir a trabajar.
Los recorridos, al menos, están bastante delimitados, si bien tengo que admitir que es por razones de fuerza mayor: no tengo la riqueza de recorridos de los que disfrutaba en Córdoba, y de los que tengo aquí, tengo que limitarme por el momento a los de extensión no demasiado amplia, precisamente por la limitación de horarios.
Uno de ellos es el siguiente: Salida de la puerta de Itálica, para enlazar con la vía verde de Itálica, recorrerla hasta el puente sobre el arroyo del Judío. Desde alli, se toma la Cañada Real de las Islas hasta desembocar en la N-630, junto a una fábrica de ladrillos. Una vez allí, se cruza la carretera por un camino, que por debajo de la autovía llega hasta la Vía de la Plata. Bueno, para ser exactos, enlaza con un camino de mantenimiento del suministro de aguas a Sevilla que se utiliza como variante de la Vía, ya que el camino “original” (camino de Santiponce a Guillena) se encuentra casi perdido. Éste es el recorrido -de 18’4 kms.-, tal y como lo hicimos mi compañero de oficina Rafa y yo, hace unos días:
Ver Recorrido V. V. Itálica – Vía de la Plata en un mapa más grande
Este trazado, por cierto, ha sido realizado gracias a la aplicación para Android AndAndo, de la que Rafa hace uso en su teléfono móvil. Cosas como estas son las que hacen que esté considerando cambiar de teléfono.
Etiquetas: andando, android, cañada real de las islas, Vía de la Plata, vía verde de itálica